El Tribunal de Apelación de feria resolvió confirmar la resolución del juez de Garantías Miguel Palacios y, en consecuencia, ratificar la prisión preventiva de Diego Miguel Medina Otazú, supuesto secretario privado del acusado de narcotráfico Reinaldo Javier Cabaña Santacruz, alias “Cucho”, en el marco de la causa Berilo.
Por unanimidad los camaristas Arnaldo Fleitas, José Waldir Servín y José Agustín Fernández concluyeron que el acusado Diego Medina ha sido acusado como autor de los hechos punibles previstos en los artículos 26 y 42 de la Ley 1340/88, y en el art. 303 del Código Penal, por lo que no puede dejar de ser entendida la gravedad de los ilícitos que presuntamente habría cometido.
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En el Auto Interlocutorio N° 3 de fecha 9 de enero de 2025, el tribunal de alzada señala también que se debe tener en cuenta la pena que eventualmente pueda ser impuesta como resultado del procedimiento, por lo que consideran que no es prudente modificar la medida cautelar decretada, a fin de que se diluyan el “peligro de fuga” y el “peligro de obstrucción”.
Agrega que si bien la defensa del acusado alegó que el peligro de obstrucción ya no se encuentra latente debido a que la etapa preparatoria ha precluído; ello no implica que deba omitirse lo previsto en el artículo 244 inciso 2° del Código Procesal Penal, debido a la gran pluralidad de coacusados y testigos, cuyas declaraciones aún deben ser objeto de producción en la etapa procesal pertinente.
Calificación puede variar, según secretario de Cucho
En el recurso de apelación la Abg. Julia Ferreira argumentó que el acusado se encuentra privado de su libertad desde hace más de seis años, cuando que el supuesto principal responsable del hecho, en alusión a Cucho Cabaña, ha recuperado su libertad en atención únicamente al compurgamiento de la pena mínima o eventual compurgamiento, teniendo en cuenta la calificación de la acusación fiscal.
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Fundamentó además que si bien el juzgado puede señalar que el acusado aún no ha compurgado la pena mínima, resulta claramente irracional que el principal autor del hecho punible investigado, nuevamente en referencia a Cucho Cabaña, sin el cual no existiría la conducta atribuida a Diego Medina, “goce de libertad y mi defendido, a quien conforme a los hechos descritos en la acusación y en la imputación no pueden atribuirse la calificación señalada en dicho requerimiento.”
“Podrán notar que estamos ante un eventual cambio de calificación y que esta circunstancia hace que mi defendido ya ha cumplido plenamente la pena mínima, si bien la acusación califica su conducta dentro de un hecho punible cuya pena mínima es de 10 años, estamos seguros que en un eventual juicio oral y público la calificación correcta correspondiente a los hechos atribuidos harán que mi defendido se encuentre con la pena compurgada”, resalta parte del escrito de apelación.
En la causa Berilo está pendiente la audiencia preliminar, que ya se suspendió en diez ocasiones, debido a distintos recursos dilatorios planteados por las defensas. La última suspensión se dio el 9 de diciembre de 2024, a causa de la recusación planteada por la coacusada Yisela Ramírez en contra del juez Miguel Palacios, quien luego fue confirmado por la Cámara de Apelaciones.
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Cucho y Ulises, los principales acusados
La acusación presentada en setiembre del año 2019 y ratificada en mayo de 2022 contra Cucho Cabaña es por presunta comercialización y tráfico internacional de drogas, asociación criminal y lavado de dinero; y contra el exdiputado Ulises Quintana es por asociación criminal de la ley de drogas y supuesto lavado de dinero proveniente del narcotráfico.
Según la hipótesis del Ministerio Público, la organización que lideraba Cucho introducía al Paraguay cargamentos de cocaína provenientes desde Perú o Bolivia, que luego eran trasladados hasta Alto Paraná, para posteriormente ser enviados hasta Brasil.
El grupo delictivo logró inyectar al sistema financiero paraguayo el dinero fruto del tráfico internacional de cocaína, de acuerdo a la hipótesis de fiscalía.
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Sobre Ulises Quintana, sostiene que fue financiado por Cucho Cabaña, con el dinero fruto del narcotráfico, para conseguir una banca en la Cámara Baja, con el único objetivo de que utilice su investidura parlamentaria, las veces que sean necesarias, para que la organización pueda ejecutar, sin dificultad, sus actividades ilícitas.