El juez de Garantías interino Rolando Duarte resolvió no hacer lugar a la revisión de medidas solicitada por el Abg. Daniel Schreiber y ratificó la prisión preventiva del empresario Luis Augusto Montanaro Bedoya, procesado por presunta coacción, a raíz de las amenazas contra la agente fiscal Ruth Benítez, de la Unidad Especializada en Delitos Informáticos.
La defensa solicitó la revisión de medidas el pasado 30 de diciembre de 2024, con el argumento de que Montanaro se ha presentado libre y espontáneamente en la presente causa y que ha colaborado con la investigación desde el inicio; además de que el empresario hace más de dos meses en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú.
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Sin embargo, el juez Rolando Duarte resaltó que Montanaro cuenta con una prisión preventiva en la causa conocida como “Duck sex game”, lo que hace inferir que el mismo se encuentra renuente a comportarse dentro de los parámetros exigidos por la ley, además de que la medida de arresto domiciliario resulta de cumplimiento imposible.
El magistrado interino de su colega Cynthia Lovera agregó que existen tanto el peligro de fuga como el peligro de obstrucción, en atención a que la investigación se encuentra en un estado incipiente, como así también existen altas probabilidades de que el imputado en libertad destruya, modifique u oculte elementos de prueba, o incluso que influya en la víctima o los testigos a que informen falsamente sobre los hechos o se comporten de manera desleal.
Imputado por amenaza contra fiscala
El 7 de noviembre de 2024, Luis Montanaro fue denunciado de haber amenazado a la misma fiscala que lo había imputado en el caso “Duck Sex Game”. Según la investigación, el empresario envió un ramo de flores y una nota con referencias al grupo internacional de hackers “Anonymous”.
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La carta contenía un mensaje intimidante en el que advertía a la fiscala sobre las consecuencias de llevar adelante la investigación si no lo hacía “con absoluto respeto por la verdad y la justicia”, insinuando que sus acciones anteriores habrían estado “influenciadas por fuerzas externas”.
La nota cerraba con una amenaza y sugería que cualquier intento de hacer pública esta comunicación sería considerado como “acto hostil”.
Ante este incidente, el fiscal Federico Delfino imputó a Montanaro por el delito de coacción y solicitó su prisión preventiva. Posteriormente, Montanaro se entregó voluntariamente a las autoridades poco después de ser acusado y desde la mañana del 8 de noviembre del año pasado se encuentra en Tacumbú cumpliendo la orden judicial.
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Proceso por filtraciones atribuidas a Luis Montanaro
El 19 de julio del año pasado la fiscala de Delitos Informáticos, Ruth Benítez, había imputado a Luis Augusto Montanaro Bedoya, el empresario detenido en un operativo tras la denuncia de difusión de imágenes sexuales sin el consentimiento de la víctima.
Sobre ese caso el comisario Diosnel Alarcón, jefe de Cybercrimen de la Policía, había detallado que una víctima efectuó la denuncia luego de que conocidos le hayan comentado que un video suyo estaba siendo compartido en grupos privados. “Quiero destacar el coraje de la víctima, porque es difícil sobrellevar este tipo de cosas, pero con su denuncia pudimos desbaratar esto”, enfatizó.
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El jefe detalló que las imágenes eran ofrecidas desde G. 400.000 en grupos privados y en una página web. “El precio iba subiendo dependiendo de algunos factores”, detalló. Agregó que se presume que hay varias víctimas más, debido a los elementos incautados y las evidencias halladas.
Por esta causa, Luis Montanaro primeramente estuvo con prisión preventiva y luego logró medidas alternativas. Sin embargo, en noviembre último nuevamente volvió al régimen de encierro por disposición de la jueza Alicia Pedrozo.