Diego Diarte, artista oriundo de Isla Pucú, es el encargado de elaborar el ecopesebre desde hace nueve años. Las figuras ya están habilitadas en la ciclovía y llaman la atención de numerosos turistas, quienes, al llegar a la ciudad, admiran las obras y se toman fotografías.
Relató que todo inició con una comisión de eventos culturales en el año 2016. “El grupo de aquella época quería implementar algo nuevo en la ciudad. Ellos acudieron a mí queriendo un árbol gigante de botellas plásticas recicladas. Fue ahí que les propuse empezar con las figuras principales del nacimiento: San José, la Virgen, el Niño y el Ángel, con los materiales reciclados, con las botellas”, indicó.
“Les propuse esa idea ya que, como bien sabemos, el árbol de Navidad es más común encontrarlo en cualquier parte. Sin embargo, un pesebre, hasta ese momento, no se había hecho. Entonces, comprendieron mi propuesta, aceptaron y se llevó a cabo. Desde entonces, el pesebre se convirtió en una tradición”, explicó.
“El mensaje que queremos transmitir es que de nosotros depende cuidar el medio ambiente. De nosotros depende darle una segunda oportunidad a aquellas cosas que ya desechamos. Con creatividad, con ingenio, se pueden crear cosas lindas con cosas que pensamos que ya no tienen uso. Queremos fomentar el reciclaje, darle una segunda vida a estos materiales y también fomentar el trabajo en equipo”, resaltó Diego Diarte.
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El Ecopesebre fue creciendo
Diarte señaló que el primer año comenzaron la ecopesebre solo con cuatro figuras. Al año siguiente, ya incorporaron a los tres Reyes Magos. El tercer año se incorporó el pastor con sus ovejas. El cuarto año se incorporaron los camellos. El quinto año sumaron a la vaca, el burro y el gallo. Y de esa manera se pudieron concretar todas las figuras del pesebre. Detalló que los personajes principales miden más de tres metros de altura.
El artista mencionó que, viendo la alegría de la gente y, sobre todo, de los niños al ver las obras, también habilitaron el paseo principal, denominado “Paseo Ka’aguy Juru”, que se encuentra a metros de la ciclovía, en donde, en un principio, se puso un techo de sombrillas con lumínicas, telas y esferas con material reciclado. Ahora, en ese lugar, se agregaron lluvias con estructuras recicladas de metal.
”Cada año, con el municipio, trabajamos de manera conjunta para ofrecer algo novedoso a los visitantes”, destacó Diego Diarte.
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¿Qué materiales se utilizaron?
Cada personaje de la ecopesebre de Isla Pucú está compuesto por unas 500 botellas, algunas más grandes y otras más pequeñas. El material principal es el plástico; también se utilizaron estructuras de metal reciclados, que ya están en desuso, ruedas viejas de bicicletas y de motocicletas. Este año se colocó un árbol con luces y, bajo el árbol, se pueden ver los regalos. Los regalos se hicieron con pallets que ya no se utilizaban y se forraron con media sombra. Todo es con material reciclado.
La ciudad de Isla Pucú se encuentra ubicada en la zona urbana, a 84 kilómetros de Asunción. El acceso es totalmente gratuito y, cuando oscurece, se pueden observar mejor las luces, lo que hace que luzca más la ecopesebre.