Según los vecinos, antes del inicio de las obras, habían advertido al Ministro de Urbanismo, Vivienda y Hábitat sobre la existencia de una cañería de desagüe cloacal que atravesaba el predio destinado al proyecto habitacional.
Dicha cañería desemboca en el arroyo Itay, pero, a pesar de los compromisos asumidos por las autoridades de respetar su trazado, la obra siguió adelante sin las adecuaciones necesarias. Como resultado, los registros cloacales quedaron sepultados bajo los cimientos de las nuevas casas, lo que ahora complica cualquier reparación o mantenimiento.
Los habitantes del barrio San Bla relatan que, tras la finalización de las viviendas, comenzaron a explotar los registros de desagüe, lo que genera un grave problema sanitario.
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El panorama es crítico, ya que el colapso del sistema cloacal no solo afecta la calidad de vida de los residentes, sino también la de las familias que ocupan las viviendas del proyecto habitacional.
Los vecinos exigen una solución inmediata y aseguran que continuarán con sus reclamos para que se respeten sus derechos y se garantice un ambiente digno y seguro.