El ingeniero Mario Martínez declaró que es preocupante la situación del río Paraná, ya que constantemente sube o baja en esta zona y eso significa que todavía existe bajante aguas arriba.
“El comportamiento inestable del río evita que los peces puedan arribar para el desove durante la veda que se puso en marcha el pasado 4 de noviembre. Por eso, es muy importante que se respete la veda; de lo contrario, estarán atentando contra su propia fuente de trabajo”.
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Al mismo tiempo, mencionó que se está ingresando en la tercera semana de la veda y con esto, el arte de pesca comercial y deportiva está prohibido en todo el país. Como medida de prevención, se realizan controles preventivos y aleatorios por agua y tierra con el acompañamiento de personal de la Prefectura Naval, zona Ayolas.
Durante el recorrido por el río, se consiguieron retirar cerca de 5.000 metros de redes y espineles, que finalmente quedaron a disposición del Ministerio del Ambiente.
“Hasta el momento, además de los elementos de pesca incautados, no se encontraron otras anormalidades; creemos que la crisis económica existente en la zona de Ayolas también evita que los pescadores quieran salir a pescar. Se sabe que un pescador tiene un gasto aproximado de G. 1.500.000 por día”, expresó.
En lagos internos y ríos compartidos con Argentina, la veda se extiende hasta el 20 de diciembre de 2024. Las personas que incumplan la Ley de Pesca se exponen a multas que van desde los 3.001 a 20.000 jornales mínimos y penas carcelarias.
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