“Idiota, delincuente, corrupto, lavador de dinero, amigo de narcotraficantes”, así se refirió el excandidato a presidente de la República por Cruzada Nacional, Paraguayo Cubas al magistrado Darío Javier Báez, quien presidía el Tribunal de Sentencia que tiene a su cargo el juicio al político por supuesta perturbación de la paz pública.
En esta causa, Cubas está procesado por incitar a sus seguidores a movilizarse ante un supuesto fraude en las elecciones que proclamaron como ganador al entonces candidato del Partido Colorado Santiago Peña, hoy presidente de la República..
La andanada de ofensas no terminó ahí, sino que se extendió por varios minutos que fueron captados en un video que viralizó en redes sociales, en el cual Cubas no se ahorró calificativos para referirse al magistrado.
“Mi derecho va a ser garrotearte en la calle cuando te encuentre, delincuente, ese va a ser mi derecho, no es suficiente todavía. Usted absolvió al ladrón de Díaz Verón (en alusión a Francisco Javier Díaz Verón, exfiscal general del Estado procesado por enriquecimiento ilícito), de cuya causa yo me fui preso y además Erico Galeano (senador colorado cartista procesado por lavado de dinero), usted recibió, al amparo y vista de varios testigos esa noche, la orden directa del narcotraficante Horacio Cartes (expresidente de la República) para que lo sobresean a Díaz ladrón, y usted sanguijuela, delincuente y corrupto hizo lo mismo”, dijo a gritos al juez.
Esta insólita escena ocurrió el viernes último en la sala de juicio oral y público del Palacio de Justicia de Asunción, ante el Tribunal de Sentencia presidido por Báez e integrado por Cándida Fleitas y Cristian González, que no tomó medida disciplinaria alguna en contra del procesado.
Posteriormente, el magistrado Báez se apartó al invocar el artículo 50 inciso 12 del Código Procesal Penal que refiere que procede la excusación al “tener enemistad, odio o resentimiento que resulte de hechos conocidos”.
La repercusión que el caso en redes sociales trajo aparejados numerosos comentarios y entre estos una pregunta recurrente: ¿esto está permitido? Es decir, es cierto que nuestra justicia deja mucho que desear en muchísimos casos y los cuestionamientos van desde la mora judicial, impunidad, entre otros, pero ¿puede una persona dirigirse de esta manera a una autoridad judicial?
Al parecer, la deferencia quedó en los papeles y en los saludos, pues es de rigor la utilización de términos como “Excelencias”, “Su Señoría”, entre otros que infunden respeto. Si bien no es muy frecuente ver situaciones como las protagonizadas por Paraguayo Cubas en tribunales, nuestro diario se hizo eco de algunos casos de exabruptos ocurridos en el ámbito judicial, que, en su mayoría, derivaron en sanciones a sus responsables.
En el este, Payo Cubas cintareó a juez y defecó en su despacho
Recordemos que el 23 de setiembre del 2016, precisamente Paraguayo Cubas llevó sus palabras a la acción, cuando literalmente “cintareó” al juez penal de garantías de Ciudad del Este Amílcar Marecos. La agresión se dio en el despacho del magistrado, donde Cubas y otras personas acudieron a una audiencia de imposición de medidas por el proceso que se le abrió por pintar grafitis con aerosol la sede fiscal.
“(...) yo al llegar ya le jugué dos cintarazos al juez Tony Marecos, capi di tutti capi, recaudador de (el ministro de la Corte) Sindulfo Blanco, con Zulma Gómez. También le cintareé a otro juez, Bordón, estando en la cárcel. Es el que les cobra 30.000 dólares a los muchachos para salir de la Penitenciaría de Ciudad del Este. Voló ahora, renunció o está por salir porque ya no puede con la presión. Tres meses estuve en la cárcel de Ciudad del Este”, relató Cubas posteriormente en una entrevista a nuestro diario.
La agresión motivó la inmediata intervención de los agentes policiales que se encontraban en el lugar, que acudieron en auxilio del magistrado, que llegó a recibir dos cintarazos antes de que le redujeran al letrado.
Cuando los presentes no se recuperaban todavía de su asombro, Payo Cubas protagonizó un acto más inusitado aún, al bajar su pantalón y defecar en pleno despacho judicial, ante la atónita mirada de los policías que lo custodiaban.
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“Corrieron todos como alma que lleva el diablo. Suspendió la audiencia. Los guardias me sacaron mi cinto. Usaba cinto porque bajé muchísimo de peso. De 106 que tenía, bajé a 76 kilos en la cárcel. Además, ¿cómo me iba a atajar el pantalón si me mantenían esposado?”, recordó Cubas en conversacíon con Abc.
El letrado dijo que antes de que ello sucediera, advirtió tanto al magistrado como a los policías que lo custodiaban que necesitaba ir al baño con urgencia, pero no le hicieron caso.
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Por este motivo, la Corte Suprema de Justicia suspendió a Paraguayo Cubas.
Arresto en la guardia del Palacio por gritar “marica” a juez
El primer caso conocido ocurrió el 11 de agosto de 1995, cuando el abogado Jorge Galli Romañach, quien en un arrebato de furia, irrumpió en el juzgado del crimen del sexto turno, entonces a cargo del magistrado Arnulfo Arias, actual camarista y le insultó.
“Insulta al juzgado gritando “juez marica” y reitera gritando lo mismo”, explica el magistrado en una resolución por la cual ordenó el arresto disciplinario de Galli Romañach por 24 horas, a cumplirse en la guardia del Palacio de Justicia.
Galli no se dio por detenido y antes de retirarse del palacio, le dijo al policía “Andá decile al juez que me busque en casa”.
La aprehensión de Galli se produjo recién el 31 de agosto, cuando el letrado se presentó en tribunales y al percatarse de que lo iban a detener, se dio a la fuga. A partir de ahí, se inició una persecución que concluyó a una cuadra del Palacio de Justicia, específicamente sobre la avenida Carlos Antonio López, en una empresa denominada Falls Buss, donde Galli entró a refugiarse y luego fue reducido por los agentes.
Multa a procesado por escribir en el expediente
El 7 de noviembre de 2013, el juez penal de garantías Julián López aplicó una sanción disciplinaria que consistió en una multa de 50 días, unos 3 millones de guaraníes en la época, al comisario Merardo Palacios.
El acto de indisciplina por escribir en el expediente judicial “Espero justicia”, y posteriormente estampar su firma.
Palacios igualmente realizaba escritos como “año 2000?, año 2012?, 13 años?”, en el cuaderno de comparecencia de imputados.
“Con esta actitud demostrada por el acusado Merardo Palacios a criterio de esta magistratura, constituye una verdadera inconducta, una falta de respeto a la autoridad del juez”, refiere el juzgado para justificar la aplicación de la sanción al exagente policial. Posteriormente, López se inhibió del caso.
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Sanción ética a juez, por inacción ante exabruptos de empresario
Otro caso muy sonado ocurrió en el año 2013 y tuvo como protagonista al empresario argentino Luciano Garbellano, mánager de la vedette Moria Casán -por entonces procesada por la desaparición de unas joyas, quien increpó al entonces juez penal de garantías de Luque, Alberto Sosa en su propio despacho.
En la ocasión, Garbellano también llenó de insultos en plena audiencia de careo a la fiscala Celeste Campos Ross, quien salió llorando del recinto judicial. La agente declaró luego que nunca había sido tan maltratada y hasta el gremio de fiscales exigió sanción disciplinaria para Garbellano, pero esto no se dio.
“Es una vedette. Ya tenemos el tetero, el conchero y la pluma. Ya está todo preparado para ponérselas en su próximo show, con Moria Casán y el joyero, que se presentará también en la Conmebol y se llamará ¿Dónde están las joyas?”, declaró Garbellano.
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La sanción sí alcanzó al magistrado, por inacción. En abril del 2013, el Tribunal de Ética Judicial presidido por Rodrigo Campos Cervera e integrado por Luis Fernando Sosa Centurión, Nelson Martínez Nuzarello, Alejandro Marín Sáenz Valiente y Francisco Aseretto concluyó que el juez Sosa infringió dos artículos del Código de Ética Judicial- artículo 21 numeral 1 y artículo 22, numeral 3.
La sanción aplicada fue el llamado de la atención, que es la segunda sanción en orden de importancia de las tres previstas por el Código de Ética Judicial vigente desde el 2006. La más leve es la recomendación de no volver a incurrir en hechos similares al que dio origen a la investigación ética, y la más grave es la amonestación.
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“En atención a las disposiciones transcriptas y al actuar del magistrado en la audiencia de careo llevada a cabo en fecha 1 de agosto del 2012, se puede concluir que la actitud poco firme del magistrado, ante la actitud de los comparecientes Garbellano y Soto, generó una reacción de la sociedad y de los medios de comunicación que trascendió inclusive en los medios de comunicación extranjera, afectando así consecuentemente su investidura no solo a nivel nacional, sino también a nivel internacional, generando consecuentemente la activación del sistema de control ético”, afirmó el Tribunal.
“No siendo tampoco justificable el hecho, bajo la argumentación esgrimida en ocasión de su declaración, respecto de la ocurrencia de los hechos fuera de su despacho, siendo que su responsabilidad no se limita a ese espacio físico sino que se hace extensiva a todo el juzgado”, concluye la resolución.
Normas éticas violadas
Capítulo II – Deberes éticos del juez en sus relaciones con abogados y justiciables; Art. 21. Comportamiento del juez. Es deber del juez asumir un comportamiento personal y funcional que infunda a los abogados y justiciables un profundo sentimiento de confianza y respeto en la administración de justicia.
En particular debe:1) Velar para que el tratamiento que le sea dispensado, resulte coherente con la naturaleza propia de la investidura judicial. Adoptará, conforme con la ley, las medidas correctivas que fuesen pertinentes para corregir y sancionar disciplinariamente –en el proceso o con motivo del ejercicio de sus funciones–, las inconductas que afecten su autoridad y dignidad, o el respeto debido a los funcionarios judiciales, las partes, sus representantes y demás auxiliares de la justicia.
Capítulo III - Deberes éticos del juez con el Poder Judicial, con los magistrados y con los funcionarios; Art. 22. Institucionalidad judicial. Es deber del juez respetar y hacer respetar la institucionalidad del Poder Judicial como Poder del Estado. En tal sentido,3) Evitará comportamientos públicos, funcionales o privados, sea por acción o por omisión, que pudieran afectar, disminuir o comprometer la dignidad, el prestigio, la credibilidad, la autoridad, la independencia y la imparcialidad del Poder Judicial como órgano administrador de Justicia.
Agresiones a jueces en audiencias
En otras ocasiones también se han reportado agresiones físicas a magistrados, tal la agresión sufrida por el juez penal de Sentencia Hernán Centurión, a quien el autoproclamado líder del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) y condenado por secuestro Alcides Oviedo Brítez agredió de un puñetazo durante una audiencia.
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El hecho ocurrió el 6 de junio del 2014 en la sala de juicios orales del Palacio de Justicia de Asunción, donde se debía realizar la audiencia preliminar para Oviedo Brítez, quien fue imputado por la Fiscalía por el caso del secuestro de Arlan Fick.
Por esta agresión, Oviedo fue sentenciado a 1 año y 6 meses por resistencia.
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El 26 de octubre del 2017, el abogado Adán Álvarez Núñez fue detenido por orden del fiscal Cristian Ortiz, por agredir a la jueza penal Letizia Paredes durante una audiencia.
La magistrada denunció ante los policías de la comisaría 2ª Central que se encontraba como jueza de turno y, ante una decisión tomada por ella en una causa, el abogado defensor Andrés Álvarez se ofuscó, agrediéndola verbal y físicamente.
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Una serie de videos del incidente se viralizaron rápidamente en las redes sociales y permiten notar, por ejemplo, el momento en que el abogado Álvarez Núñez reclama a la jueza y cuando esta le pide que se retire de su despacho. En otro momento, la magistrada intentó arrebatar su celular al abogado, quien la estaba filmando.
Otros videos muestran al polémico abogado cuando es retirado por policías y, después, cuando insulta y trata de agredir también al juez Humberto Otazú, quien a su vez tuvo que dejar presuroso su despacho del Palacio de Justicia de Asunción para ir a defender a su esposa, la magistrada Paredes.
En la ocasión, la magistrada ordenó el arresto disciplinario de Álvarez por 10 días en el Palacio de Justicia de San Lorenzo. Posteriormente, el letrado fue imputado por el fiscal Christian Ortiz por violación de la ley de fueros.