Vendedoras de Remanso esperan a los clientes para agotar el stock de pescado antes de la veda

En la zona de Remanso, Mariano Roque Alonso, las vendedoras de pescado están en plena actividad y esperan una mayor afluencia de clientes para poder agotar su stock antes de la veda pesquera, que comienza el lunes 4 de noviembre y va hasta el 20 de diciembre en aguas compartidas con Argentina. Con Brasil la restricción va hasta el 31 de enero del 2025.

Este enorme dorado ser vendió ayer. Las vendedoras esperan hoy a los compradores antes del inicio de la veda.
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La llegada de este periodo de pausa en la pesca supone un desafío económico para las comerciantes locales, quienes dependen de esta actividad para el sustento diario de sus familias.

Para la comunidad de Remanso, más que una actividad económica, la pesca es parte de su identidad y su estilo de vida. Durante los últimos días previos a la veda, pescadores y vendedores trabajan intensamente para aprovechar al máximo la temporada y generar ingresos que les permitan afrontar el periodo de inactividad.

Este surubí es ideal para la milanesa.

“Estamos tratando de vender todo lo que tenemos antes de que inicie la veda. Esperamos que la gente venga y nos ayude comprando lo que queda”, comentó Fátima Oviedo, una de las vendedoras de pescado de la zona. Según explicó, en estos últimos días se ofrecen precios especiales y accesibles para atraer a los clientes, que podrán encontrar pescado fresco de diferentes tipos y tamaños.

También se puede comprar en rodajas.

La trabajadora solicitó mayor apoyo estatal para enfrentar los desafíos de la veda, especialmente en años difíciles como este, en los que la sequía agudiza los problemas económicos de los trabajadores del sector.

Precios

El surubí, dorado y pacú se venden a G. 60.000 el kilo. El mandi’i se cotiza a G 35.000 el kilo, siendo el más accesible. Por otro lado, el pico de pato y el tres puntos, ideales para un buen chupín, están disponibles a G 40.000 el kilo. En los comedores cercanos, un plato de sopa de pescado se vende desde G 20.000, mientras que la milanesa y la cazuela de surubí tienen precios entre 30.000 y 40.000 guaraníes.

La veda pesquera

La veda pesquera es una medida para la preservación de las especies acuáticas. Este período permite que el surubí, el dorado y el mandi’i, entre otros puedan reproducirse sin la presión de la pesca constante, garantizando así la sostenibilidad de la actividad a largo plazo.

Este año la veda coincide con un contexto de severa sequía que redujo notablemente el caudal de los ríos Paraguay y Paraná, afectando el ecosistema acuático de la región. La falta de agua limita las áreas de reproducción y reduce el nivel de oxígeno en el agua, lo que impacta negativamente en las condiciones de vida y en el ciclo reproductivo.

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