Desde el miércoles de esta semana, el Ministerio de Justicia comenzó las primeras acciones para separar a los reclusos condenados de los procesados con prisión preventiva, como parte de un plan que busca mejorar las condiciones de vida en las cárceles y de reforzar el enfoque de Derechos Humanos en nuestro país.
Por el momento, el plan contempla solo las penitenciarías de Misiones y Emboscada, pero desde la cartera de Justicia adelantaron que la idea es extenderlo a todas las cárceles del territorio nacional.
Sin embargo, la separación en otras cárceles se irá dando progresivamente, advirtió el viceministro de Política Criminal, Víctor Benítez.
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El funcionario indicó que se apunta a una mejor organización de los internos, que dé un respiro ante el hacinamiento en las cárceles y una mejoría en el sistema de gestión penitenciaria.
Buscan respetar presunción de inocencia
Otro de los puntos que se pretende lograr es el respeto de la presunción de inocencia que tienen los procesados antes de que exista una condena. Además, se busca propiciar un ambiente más seguro en las cárceles.
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Víctor Benítez resaltó que, de hecho, la separación de condenados y procesados en el sistema penitenciario es un principio respaldado por normativas internacionales.
En este sentido, esta clasificación previene el abuso de autoridad y facilita el acceso a programas de rehabilitación más personalizados.
Primeras reubicaciones
El primer paso en la Penitenciaría Regional de Emboscada fue reubicar a 180 reos condenados en el pabellón E Alta.
En tanto, en la Penitenciaría Regional de Misiones fueron reubicadas 153 personas condenadas fueron instaladas exclusivamente en el pabellón D Alta.
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Por otra parte, el pabellón A Alta Admisión se asignó a las personas que ingresan por primera vez, mientras que el pabellón D Baja quedó habilitado para personas procesadas, en espera de su situación judicial.
Los trabajos de reorganización de internos son apoyados por el Programa Transformación Integral del Ministerio de Justicia.