El duro relato de la directora de una escuela marginada de Hambre Cero

La directora de una escuela de Itá cuenta cómo fueron incluidos en un principio dentro del programa Hambre Cero, por el Ministerio de Desarrollo, pero días antes de iniciarse la distribución de los alimentos, le informaron que finalmente no serían tenidos en cuenta para la merienda y el almuerzo escolar. La institución educativa es privada subvencionada, pero no cobran mensualidad a las familias, aclaran.

Estudiantes de un colegio de Itá preparan olla popular ante la exclusión de su institución educativa del programa Hambre Cero.Gentileza
audima

La escuela Filadelfia es otra de las instituciones educativas marginadas del programa Hambre Cero en Itá, uno de los 22 distritos priorizados por los índices de pobreza, del total de 90 que cuentan con el plan de alimentación en la actualidad, desde su lanzamiento el 5 de agosto.

Los 16 colegios departamentales de Central, incluido el centro educativo municipal departamental Juan E. O’Leary de Itá, dejaron de recibir los alimentos luego de que el complemento nutricional quedara a cargo del Ministerio de Desarrollo Sostenible (MDS) en lugar de la Gobernación local.

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La Gobernación de Central entregó los alimentos hasta el 20 de setiembre. En la escuela Filadelfia, nunca obtuvieron almuerzo escolar, pero contaban con leche y galletitas repartidos por esta el gobierno departamental.

La directora de la escuela Filadelfia, Ruth Duarte, aseguró que en un principio fueron incluidos por el Poder Ejecutivo para ser beneficiarios de Hambre Cero, pero días antes del lanzamiento del programa le informaron que al final no serían tenidos en cuenta. La institución recibe alumnos desde el nivel inicial hasta el sexto grado.

Hambre Cero: directora explica situación de la escuela al ser excluida del plan

La directora de la escuela Filadelfia, Ruth Duarte, expresó que son los niños los más afectados por la exclusión de la institución de Hambre Cero. “Los niños me preguntan todos los días qué pasó de la leche, qué pasó con la galletita”, remarcó Duarte, agregando que provienen de una zona muy vulnerable cercana al establecimiento escolar.

La comunidad educativa de Itá reclama que es injusto haber recibido el almuerzo o la merienda escolar durante años y que de repente hayan dejado de ser beneficiarios de estos programas.

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La directora Duarte agregó que ya acudió al MDS para plantear esta situación y buscar una solución. Le prometieron que en los siguientes meses solucionarían el inconveniente y le dijeron que el centro educativo será incluido en la lista de priorizados, pero hasta ahora no lo hicieron.

“Les dije que los niños preguntan y yo no tengo respuestas, entonces ¿qué les puedo decir?”, dijo la educadora tras reunirse con las autoridades del MDS. Explicó que en un primer momento, tras la exclusión, ella aclaró que si bien la institución educativa es de gestión subvencionada, ellos no cobran mensualidad a ninguno de los estudiantes.

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