El doctor José Oviedo, jefe del Departamento de Medicina Interna del Hospital Rigoberto Caballero, brindó un informe sobre el estado de salud de Hugo Domínguez, el joven que sufrió un desmayo en el Colegio de Policía de Coronel Oviedo y cuya familia denuncia malos tratos.
El hecho se había registrado ya el pasado 23 de septiembre, luego de que haya perdido el conocimiento durante la práctica de ejercicios físicos. Diego Domínguez, padre del joven, dijo que su hijo habría recibido patadas de otro estudiante.
Esta mañana en un informe preliminar del caso, el comandante de la Policía Nacional, Carlos Benítez, dijo que en una inspección física no se detectaron rastros de lesiones.
Colegio de Policía: insuficiencia cardíaca, dicen médicos
El médico responsable dijo que el joven fue ingresado previamente al Hospital Santa Rosa de Lima en la tarde del 23 de septiembre con un cuadro de paro cardiorrespiratorio. “Ahí fue reanimado por espacio de 40 minutos, fue intubado y remitido acá al Hospital Central de Policía”, resaltó.
Agregó que fue recibido en su unidad aproximadamente a las 21:30 del mismo día. Contó que se le realizaron los estudios de rigor, tras lo cual fue ingresado a una sala de cuidados críticos.
Explicó que los estudios arrojaron como resultado que sufría una fibrilación ventricular, que es un sufrimiento del corazón, un ritmo consecuente al paro. “Él ingresa con neumonía bilateral extensa constatada por tomografía y una injuria renal, también constatada en el Hospital de Coronel Oviedo”, indicó.
El médico coincidió con que no se constataron lesiones en piel, como hematomas, equimosis o escoriaciones, salvo las que corresponden al masaje cardíaco que recibió durante la reanimación.
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Familia insiste en el maltrato
El padre del joven señaló que el día del incidente su hijo habría avisado a sus superiores que no se sentía bien, a lo que le respondieron diciéndole “kuña’i” de forma despectiva y que minutos después ya se produjo la pérdida de conocimiento.
Además, la versión que recibió es que tampoco la atención fue lo suficientemente rápida. Aseguró que los desmayos en la institución son normalizados.
En tanto, María Ana Zaracho, madre del joven, dijo que pese a que su hijo nunca les dijo nada de los malos tratos, hace aproximadamente 22 días se enteraron, mediante un grupo de madres, que otros estudiantes contaron lo que sucedía en las clases de educación física.
La familia afirma que el estado de su hijo se debe a que recibió fuertes patadas horas antes de su desmayo y que el supuesto agresor ya fue identificado y se trataría de otro estudiante, del segundo año.