Desde los sucesos de mayo de 1811 hasta nuestros días, los jóvenes paraguayos han tenido un papel importante en la vida política. Fueron los jóvenes los que trajeron la independencia, los que pelearon en las dos grandes guerras internacionales que enfrentamos y los que reconstruyeron el país después.
Durante la dictadura, fueron en su mayoría jóvenes estudiantes quienes se opusieron, enfrentaron al tirano y entregaron sus vidas por defender la libertad.
Fueron jóvenes los que en la madrugada del 3 de febrero de 1989 salieron, nuevamente, a dar sus vidas por la democracia y también aquellos que salieron a las calles a celebrar.
Durante esta larga transición, fueron varias las veces en las que los jóvenes salieron a poner el pecho por un país mejor. En el día de la juventud, desde ABC rendimos un sincero homenaje a aquellos que entregaron la mejor etapa de sus vidas por vivir en un país mejor para todos.
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La juventud durante la dictadura
Durante los 35 años de tiranía de Stroessner, fueron los jóvenes paraguayos los que mantuvieron en alto la bandera de lucha por la libertad. Recuerda el doctor José Carlos Rodríguez, reconocido sociólogo, que el movimiento estudiantil siempre fue uno de los más activos de nuestra sociedad.
Señaló además que en las vísperas del golpe de Estado se había hecho una movilización estudiantil muy fuerte, así como las huelgas del Hospital de Clínicas, en las que destacaron jóvenes médicos que después se convirtieron en importantes actores políticos.
Recordó que por aquellos años aparecieron organizaciones independientes de jóvenes que introdujeron muchos cambios en el interior de las universidades, mediante formas muy ruidosas de manifestarse.
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Esta renovación coincidió además con la etapa más débil de la dictadura, donde el propio Gobierno parecía haber percibido que se estaba acabando. “En la última etapa las jornadas estaban llenas de jóvenes, aprovechadas por los partidos políticos con movilizaciones todos los fines de semana”, recordó.
Coincidió además con el crecimiento de nuevas organizaciones sindicales que desplazaron a las antiguas organizaciones de tinte más oficialista. “La juventud era opositora, incluso la juventud colorada”, rememora.
El día de la caída el centro se llenó de jóvenes que salieron a festejar el fin de la tiranía. Con el retorno de la democracia llegó también la efervescencia política que pronto volvería a tomar las calles, pero en circunstancias menos felices.
Movimientos de la transición
En la larga transición democrática, los jóvenes volvieron a mostrar su compromiso con la libertad apenas diez años después de la caída del régimen, cuando en marzo de 1999 se congregaron en las plazas del Congreso para expresar su posición a un retroceso.
“Comenzaron los campesinos, pero los que se terminaron quedando en la plaza, a pesar de las amenazas, de los tanques, fueron los jóvenes”, recordó Rodríguez, rememorando a los jóvenes que dejaron sus vidas en aquellas jornadas. “Fueron días enteros de lucha y se pudo defender la democracia”, agregó Rodríguez.
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Sofía Pozzo, de la organización ReAcción de Ciudad del Este, recuerda que la lucha estudiantil tiene sus antecedentes ya desde la dictadura, cuando en 1969, a 15 años del gobierno de Stroessner, ya los estudiantes de colegios y universidades cerraron las calles y protestaron ante la presencia de Nelson Rockefelller, lo que provocó una brutal represión, que dio nacimiento la Federación de Estudiantes Universitarios del Paraguay (FEUP).
Ya en democracia, las movilizaciones estudiantiles por la calidad de la educación, especialmente en la búsqueda del boleto estudiantil y los recursos destinados a educación en la Ley del FONACIDE mantuvieron viva la llama de la juventud.
Otro momento memorable en el que la juventud mostró su compromiso fue el 31 de marzo de 2017, conocido como el 31M, fecha en la que miles de jóvenes salieron a defender la Constitución contra un intento por instalar la reelección presidencial para Horacio Cartes.
La jornada terminó trágicamente con el asesinato del joven liberal Rodrigo Quintana, baleado por la espala por un pelotón policial que atropelló la sede del PLRA, principal partido de la oposición.
“Ni una menos, la Huelga Nacional de Estudiantes en el 2015 y las protestas por la crisis sanitaria COVID en 2019″, son algunas de las luchas que recuerda Pozzo, a las que agrega las movilizaciones contra la privatización de servicios sociales en el 2002, las movilizaciones que aseguraron que los fondos de Itaipú fueran blindados para educación y dieron origen al FONACIDE, el boleto estudiantil, la ley “Arancel cero”.
“Todos estos momentos en nuestra historia muestran la capacidad de movilización y el compromiso de los jóvenes con la defensa de las instituciones democráticas en Paraguay”, remarca.
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Las nuevas formas de manifestarse de la juventud
Sofía Pozzo señala como errada la percepción generalizada de que “la juventud es más apática en comparación con generaciones anteriores. En nuestro país tenemos la noción de que la única forma de participación en política es la “partidaria” y movilizándose en las calles”, remarca.
“Pero al interactuar con los jóvenes, trabajar con ellos como lo hemos estado haciendo desde ReAcción en los últimos 10 años, nos damos cuenta de que además de querer menos corrupción en nuestro país, muestran interés en temas específicos como el medio ambiente, los derechos de las minorías, la igualdad de género, y el acceso a oportunidades económicas”, agrega.
“Las formas de participación han cambiado con el uso de redes sociales, investigaciones o exponiendo hechos de corrupción, exigiendo directamente a las autoridades, la creación de colectivos y organizaciones que no tienen estructuras tradicionales y que muchas veces no tienen la visibilidad como los son las manifestaciones masivas de otros tiempos”, puntualiza.