El aumento de las adicciones es una problemática creciente en nuestra sociedad y el reflejo está a la vista de todos. En horas de la tarde y noche, el microcentro de Asunción se convierte en tierra de nadie, ante la salida de la mayoría de los trabajadores y quienes habitan la zona lo viven en carne propia.
En un video viral en redes sociales, un ciudadano denuncia los constantes hechos de inseguridad que soportan, tanto quienes viven en el Centro, como quienes circunstancialmente lo visitan en horarios nocturnos.
La denuncia generó un debate en los comentarios de la publicación sobre cuál es el abordaje que debe darse a estas situaciones entre una represión policial de forma o un abordaje de salud, de fondo.
ABC consultó al respecto con el exdirector del Centro de Adicciones del Ministerio de Salud, el doctor Manuel Fresco para conocer la mirada de un especialista en la materia y comprender cómo actuar en estos casos.
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Adicciones: abordajes del problema
Con respecto al problema de las adicciones, el doctor Fresco señaló que tiene dos vertientes, por un lado, la cuestión de salud y por el otro la inseguridad que la acompaña en condiciones de pobreza.
En el primer caso, recordó que la adicción es una enfermedad con características particulares. “Es una enfermedad crónica en la que durante mucho tiempo al enfermo no le molesta lo que le pasa y no reconoce que es una enfermedad”, dijo.
Por el lado de la inseguridad que representan algunas personas con dependencia, explicó que esta se suma al contexto de pobreza de las personas. “El que te aprieta para robarte el celular es porque necesita plata para comprar su droga”, remarcó.
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A donde acudir en cada caso
El doctor Fresco señaló, en ese sentido, que en cada caso debe tomarse las medidas correspondientes de acuerdo a la situación, sea de inseguridad o de consumo solamente.
Para los primeros casos, señaló que lo más prudente es evitar los lugares peligrosos en horas en las que la seguridad no esté garantizada y que en caso de no poder evitarse, acudir a la Policía.
En el aspecto sanitario, reconoció que la deuda con la cuestión sanitaria es todavía grande, sobre todo por el contexto en el que viven los pacientes que pretenden alejarse de la adicción.
“Los pacientes se internan, se desintoxican, pero cuando salen van de vuelta a su ámbito familiar, puede ser en un asentamiento donde se vende droga, el papá y la mamá están presos y el hermano o un tío también venden. Los chicos salen bien, pero después no tienen ninguna contención familiar para continuar un tratamiento que es largo de una enfermedad que no se cura”, remarcó.
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Tratamientos: internación y ambulatorio
El doctor fresco recordó que el Centro de Adicciones (Venezuela 1140 y Teniente Villamayor) brinda atención ambulatoria integral, tanto individual como familiar. Además, posee un régimen de internación programada para personas con diversos trastornos por uso de sustancias y otras conductas adictivas.
Añadió que el Ministerio de Salud no cuenta actualmente con ningún centro de atención de casos urgentes además del Hospital Psiquiátrico, donde se pueden atender solamente casos en los que la adicción derive en problemas de salud mental, no así, por ejemplo, casos de sobredosis.
A este lugar se suma también la Cátedra de Psiquiatría de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) que funciona el el Hospital de Clínicas en San Lorenzo. Otra opción es también la propia Senad, con psicólogos y terapeutas que brindan atención y contención a pacientes con adicciones.
En caso de intoxicación y sobredosis, el lugar adecuado es el Centro de Toxicología del Ministerio de Salud que funciona en el Hospital de Trauma.
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Tratamiento de control de dependencia
El doctor Fresco explicó que, fuera de los casos de urgencia, están también los tratamientos de la dependencia a las drogas, en las que el paciente está convencido de tomarlo, ya sea ambulatorio o con internación.
Explicó que estos últimos incluso pueden durar meses o hasta un año, lo que generalmente es más difícil de conseguir, sobre todo, de que el paciente acepte el tratamiento. “Eso generalmente trata después de mucho tratamiento ambulatorio con problemas, hasta que le cae la ficha y reconoce que ‘tocó fondo’”.
Otra dificultad que señala el doctor es que, muchas veces, los pacientes deben esperar varios días e incluso semanas para ser recibidos para empezar el tratamiento, lo que provoca pérdida de la motivación de curarse.