“Según las investigaciones preliminares, no guardan relación ambos hechos; son independientes, diferentes grupos y otras características”, indicó el viceministro de Seguridad Interna, Óscar Pereira.
Señaló que se basan en que en el caso de Simón Bolivar (Caaguazú) se trató de una emboscada a guardias de un establecimiento, en tanto que en el hecho ocurrido en Capiibary se habría realizado un disparo desde fuera del establecimiento atacado.
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En el primer caso, el resultado del enfrentamiento entre atacantes y guardias dejó como saldo dos muertos. En el segundo, el guardia atacado recibió un refilón de bala, según dijo el viceministro. Añadió que hasta el momento la única similitud que ven es que ambos ataques habrían sido realizados por grupos autodenominados campesinos, con órdenes de captura previas por hechos de invasión.
En el ataque que hubo en Simón Bolívar se habría encontrado un dispositivo explosivo, aunque incompleto, que podría considerarse como bomba “cazabobos”, pero le faltaban algunos componentes para servir como tal.
En el caso de Capiibary, señaló que se trataría de un ataque realizado por integrantes de un asentamiento campesino que se encuentra frente a la estancia atacada, con la que habría diferencias de larga data, que podrían haber motivado el ataque; no fue una invasión, explicó.
Coincidió con la posible hipótesis de la presencia de la banda autodenominada Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) en la zona, pero señaló que todos los elementos están siendo analizados técnicamente por los investigadores y que no la descartan.
El viceministro dijo que ante estos hechos en ambos departamentos se mantendrán los equipos. Sobre el caso de Capiibary explicó que hay 300 hombres a disposición y un helicóptero, además de personal técnico policial de antisecuestros y homicidios que acompaña las investigaciones.