Tras la denuncia hecha por la empresaria Priscila Regina Rosin Patiño contra el fiscal de Capiatá Benjamín Maricevich, ante la Inspectoría General del Ministerio Público, varias víctimas de la mujer se pusieron en contacto con nuestro diario relatando el suplicio por el que pasan tras realizar distintas operaciones comerciales con la misma, que afronta procesos por estafa y apropiación.
Una de las víctimas es Francisco Joel Maidana Brítez, propietario del local de venta de autopartes “Truckparts Repuestos”, quien manifestó a ABC Color que proveyó de repuestos para camiones a la mujer y que esta le entregó hojas de cheque firmadas por ella, para cubrir los pagos.
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Maidana dijo que le había entregado autopartes por valor aproximado de G. 1.500.000.000, a la procesada Priscila Rosin. El denunciante dijo que cuando intentó efectivizar los cheques, se encontró con la desagradable sorpresa de que la cuenta de la cual se debía cobrar estaba inhabilitada.
Maidana afirmó que Priscila Rosin le entregó cheques por un total de G. 900.000.000, de los cuales varios ya “rebotaron” por falta de fondos.
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Denunció maniobras de procesada
En otro momento, Joel Maidana denunció que la mujer ya cambió de abogado en varias ocasiones y pese a tener una orden de detención en su contra, la misma no se pone a disposición del Ministerio Público. Añadió que Rosin tiene en su contra ya siete causas, seis de ellas por estafa y una por apropiación.
Maidana cuestionó duramente que un abogado investigado por presunta corrupción, como el exfiscal Armando Martín Cantero Fassino, en el caso de los bolígrafos de Minotauro, siga actuando y ejerciendo la profesión, además de ensuciar la labor del fiscal que tenía inicialmente las causas contra Rosin.
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El denunciante refirió que, el exfiscal antidrogas procesado por soborno Armando Cantero en representación de Priscila Rosin, primeramente recusó y logró apartar al fiscal Benjamín Maricevich de las causas que afrontaba la mujer en dicha unidad. Por esta razón, actualmente, la carpeta está a cargo de la fiscala Carolina Martínez.
Luego, lamentó que una vez que le apartaron al fiscal que según consideró, estaba haciendo bien las cosas, también haya presentado una denuncia por mal desempeño suyo ante la Inspectoría General del Ministerio Público, provocando así la apertura de un sumario.
Otra víctima de la empresaria
Otro afectado por la actuación de la empresaria procesada Priscila Rosin, es José Alexandro Rossitto, quien es propietario de la firma “José Rossito Transporte”, quien acusa a la mujer de causarle un perjuicio patrimonial de al menos G. 158.000.000, también con la entrega de cheques sin fondo como forma de pago por sus servicios.
Conforme a la denuncia hecha por José Rossitto ante la Fiscalía, desde el año 2021 mantenía relación comercial con Priscila Rosin. El trato consistía en que Rossitto le facilitaba sus camiones para el trabajo de flete, para el transporte de sal desde la provincia argentina de Jujuy hasta la firma Unisal de Mariano Roque Alonso.
En ese sentido, Priscila Rosin le entregó los cheques en calidad de pago por los fletes, los cuales nunca pudieron ser efectivizados ocasionándole un perjuicio patrimonial, según la denuncia formulada ante la Fiscalía. En la misma, aclaró no ser la única víctima.
Por su parte, Joel Maidana, también agregó que otra víctima de Priscila Rosin es dueño de una estación de servicios, donde solía recargar combustible a los camiones. En tal sentido, el perjuicio ascendería a unos G. 800 millones.
Camiones escondidos
Así como hay afectados, víctimas de la procesada por estafa, también hay afectados por apropiación. En este último caso, está Mathías Julio Acosta Fleitas, de profesión camionero fletero. Según los datos, la mujer se había apropiado de dos de los camiones del trabajador del volante.
De acuerdo con un oficio de la Fiscalía, emanado el 5 de julio pasado por el fiscal Maricevich, solicitó informes sobre la ubicación de dos vehículos de gran porte, un Scania 113M4x2 y un Scania 124, ambos con carreta, que habían sido puestos al servicio de la firma de Priscila Rosin. Acosta refirió que los camiones son su única fuente de ingreso para afrontar los gastos de su madre, que padece una grave enfermedad.
Según refirieron los denunciantes, el modo en que operaba la mujer era ofrecer a los fleteros hacer trabajar los camiones, transportando mercaderías y pagarles en forma semanal por dicho servicio. En estos casos, la mujer incluso instaló el rastreo por GPS a los vehículos y le proporcionó usuario y contraseña a los dueños para que pudieran controlar la ubicación de los rodados.
Sin embargo, de un día para otro, los propietarios ya no pudieron verificar dónde estaban sus camiones. Al consultar con la empresa proveedora del servicio, desde la misma les indicaron que solo Priscila Rosin podía verificar las ubicaciones. Por esta razón, intentaron comunicarse con ella, pero no les atendió.
En ese ínterin, aparentemente, la mujer había dado algunos de los camiones a cuenta por algunos servicios. En este sentido, eran 11 camiones que estaban con paradero desconocido, sin embargo tras varias diligencias de la Fiscalía, Departamento de Automotores de la Policía, se lograron recuperar 2 camiones y aún quedan otros 9 por recuperar.