Asociaciones de Pacientes Oncológicos escribió una carta abierta al presidente de la República para describirle una vez más la realidad que están viviendo desde hace un tiempo y que se agrava cada día en el Instituto Nacional del Cáncer.
Esta vez, se refirieron puntualmente al Hospital Oncológico Manuel Riveros, ubicado en la ciudad de Capiatá, que está pasando por muchas carencias en materia de insumos, atención e infraestructura.
Manifestaron un “descontento unánime”, ante la situación que están viviendo, y consideran que la situación que padece es una muestra más de las “malas decisiones de quienes ejercen cargos de relevancia”.
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No hay hoja de ruta ni criterio, dicen
Los hechos, dicen, les dejan a la vista que lo que prometen no pasa de ser un “mero discurso”, sin acciones concretas.
Criticaron las declaraciones dadas por la ministra de Salud Pública esta semana, pues esto, según dijeron les demostró “el lugar que ocupa la salud en la agenda del actual gobierno”.
Consideran que desde el momento en que el mismo Ministerio de Salud no cuente con una hoja de ruta sobre las políticas de salud, es imposible que exista un criterio para la correcta distribución de los recursos.
Señalaron que no ven ni siquiera el intento de fortalecer el sistema de salud, pues teniendo frente a sus ojos la problemática que están atravesando pacientes tan vulnerables como los que tienen cáncer, no muestran la mínima empatía, cuando son los encargados de la salud pública en Paraguay.
Atención sanitaria en Paraguay, “un privilegio”
Lamentaron el hecho de que en nuestro país la atención sanitaria oportuna sea solo “un privilegio”, para una casta superior, que está más que demostrado con todas las acciones.
Calificaron como triste la actuación de la actual administración, que en lugar de buscar planes que fortalezcan la lucha contra el cáncer, cada vez hacen que sea más difícil costear el tratamiento en el sistema público.
Advierten que si se sigue por este camino, dentro de poco la salud pública será “simple y llanamente una utopía”.
Llaman a la clase política a la reflexión, y les recuerda que no todos pueden pagar altos y costosos tratamientos fuera del país.
Finalmente, pidieron a los medios de comunicación ser contralores de quienes están dejando desprotegidos a una parte de la población, hasta el punto de perder el bien más preciado: la vida.