En un fin de semana que prometía ser de celebración, el domingo se vio empañado por el caos generado por la enorme afluencia de vehículos y peatones en la Costanera Sur.
Desde tempranas horas, miles de personas se agolparon en la arteria que conecta el centro de la capital con Lambaré, encontrando un tránsito dificultoso que se extendía desde Colón hasta la confluencia con la Costanera Norte.
La situación se complicó aún más con la densa humareda proveniente del cercano vertedero de Cateura, que se elevaba sobre el nuevo paseo costero. Los visitantes debieron soportar condiciones ambientales adversas mientras exploraban la zona, incluyendo el área conocida como el anfiteatro.
Lea más: Colorida inauguración de Costanera Sur, que costará US$ 171 millones
A pesar de los contratiempos, los ciudadanos encontraron consuelo en las amplias veredas dispuestas a ambos lados de la Costanera, disfrutando del espacio público y esperando que este tramo sea bautizado como “Costanera Ismael Rolón”, en honor al reconocido defensor de los derechos humanos en Paraguay.
Sin embargo, los problemas no cesaron ahí. Cerca de la intersección con la avenida Perón, se formó un verdadero cuello de botella que retardó aún más la circulación por la Costanera Sur, prolongando la espera de quienes buscaban disfrutar del nuevo paisaje urbano.