Se puede calentar el ambiente del hogar utilizando diversas herramientas como el brasero -que no es muy recomendable-, la estufa o el modo calefacción del acondicionador de aire. Aquí, algunos cuidados a tener en cuenta.
Uso del brasero
El neumólogo Sergio Aquino explica que se puede usar diferentes herramientas para calentar el ambiente, incluso el brasero, a pesar de no ser el más recomendable, pero que en caso de no contar con otra opción es válido si se cumplen algunas recomendaciones.
En lo que respecta al brasero, es importante no usarlo por más de una hora y posteriormente se debe airear el ambiente para evitar una intoxicación por acumulación de monóxido de carbono, que puede ser letal.
“Aunque parezca contradictorio, renovar el aire del ambiente es fundamental”, remarcó.
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Uso de estufas o calefacción
En el caso del uso de estufa o calefacción, lo principal es mantener la humedad utilizando un humidificador o colocando un recipiente (jarra o balde) con agua en el lugar donde se utiliza el aparato.
“El ambiente caliente produce sequedad de las mucosas y eso hace que las personas que están en el lugar se congestionen o inicien una tos seca o con catarro”, especificó.
Los más propensos a sufrir molestias por la sequedad de las mucosas son los alérgicos, asmáticos y pacientes con algún cuadro respiratorio.
Temperatura ideal
La temperatura debe estar entre 25 y 28 grados en invierno, mientras que en verano, entre 22 y 24 grados, porque el efecto de cambio brusco de temperatura es el mismo.
Para salir al ambiente frío luego de haber permanecido en lugares con calefacción, se recomienda el uso de bufanda o tapabocas.
“Si no se cuenta con una bufanda se puede reemplazar por el tapabocas, con esto se evita respirar el aire frío, hace una especie de contención del choque brusco de aire para proteger nariz y garganta”, indicó.