Unas 3.600 hectáreas fueron las afectadas por las enormes llamas que llegaron hasta cerca de la casa principal de la hacienda. Mediante la rápida reacción de algunas personas y con ayuda de maquinarias pesadas lograron que el incendio no afecte a la vivienda.
La sequía y los fuertes vientos han contribuido para que el fuego no se detenga llegando a destruir el hábitat de numerosos animales silvestres. En los sitios donde el incendio dejó secuelas se visualizó a muy pocos de ellos. Se estima que algunos habrán logrado escapar del fuego y otros murieron en la zona.
El enorme daño ambiental que realizan los marihuaneros para conseguir cultivar la droga se inicia con los desmontes y ahora se le suma el incendio provocado, según la denuncia.
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También este siniestro ha perjudicado económicamente a la propietaria de la estancia. La presencia de cultivos de marihuana dentro de este establecimiento se viene realizando desde hace mucho tiempo, las grandes extensiones y el difícil acceso hace que los traficantes puedan ocupar ilegalmente esas tierras.