La profesora especializada en nivel inicial y psicóloga general Yudith Ross, quien dirige el jardín de infantes “Mi Solcito”, explicó que, si bien no es una disposición ministerial, el festejo del Día de la Familia es una criterio al que cada vez más comunidades educativas se están adhiriendo, debido a que contribuye significativamente al bienestar emocional del niño.
Como hoy en día es común que ambos padres trabajen fuera de la casa, los colegios optan por esta modalidad de festejo para el “festival de la escuela”, a fin de que no sea un estrés para los padres el hecho de no poder asistir, sino un momento en el que puedan compartir todos los integrantes de la casa.
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“Apuntamos al tiempo de calidad”
“Hoy día apuntamos más al tiempo de calidad que a la cantidad de tiempo que los niños pasan con sus padres. Al festejar el Día de la Familia generalmente acuden tanto papá como mamá, entonces es la manera que ambos pueden estar. Aunque sean 15 minutos, al verlos en la escuela los niños se sienten felices y acompañados”, explicó la docente.
Señaló que, aunque no parezca, los niños perciben y sufren la ausencia de los padres en este tipo de encuentros, pues observan a sus compañeros y también comparan tipos de familia.
Esta afectación se intensifica más cuando se trata de la figura materna, que es la imagen central de la casa. Esto se debe a que, desde tiempos históricos, el padre siempre trabajó afuera y los niños se acostumbraron a no tenerlo siempre disponible. Si bien desde hace muchos años la madre también trabaja fuera de la casa, los niños siguen necesitando mucho más de la presencia materna.
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Se recomienda hablar a los niños con la verdad
Si bien puede ser un problema para el niño la ausencia de uno de sus padres a encuentros donde asisten los papás de sus demás compañeros, esto se soluciona dialogando y explicando al niño la situación en un lenguaje adecuado a su edad.
“Siempre recomendamos que, en caso de que no puedan asistir, hablen y expliquen con anticipación a sus hijos por qué no estarán. Desde niños hay que hablarles con la verdad, teniendo en cuenta desde luego que no absorberá igual que un adulto lo que se le explica. Hay que buscar los términos correctos”, puntualizó la docente de nivel inicial.
En el último de los casos, si aun explicando al niño tanto los padres como los maestros de percatan de que estará muy triste en un festejo así, la mejor opción es buscar la manera de que el menor no asista a estas celebraciones escolares. Se apunta a evitar bajo cualquier circunstancia que los niños pasen por malos ratos.
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Se sienten menos las ausencias individuales
Otro aspecto positivo de esta nueva tendencia es que tiene mejor receptividad en las familias, porque abre la celebración a otros miembros de la casa y todo se convierte en una gran fiesta, donde se sienten menos las ausencias, en el caso de que el papá o la mamá definitivamente no estén presentes en la vida del niño.
La maestra reconoció que los niños, al ser muy perceptivos, lastimosamente sí sufren cuando uno de sus padres no asiste a estos festejos, sobre todo cuando ve que los demás niños están acompañados por su familia completa.
Ante esto, la principal recomendación profesional es que los padres se unan para este tipo de actividades, independientemente de las circunstancias de cada familia.