Una sala de clases clausurada por riesgo de derrumbe, paredes de un pabellón rasgadas y el sanitario deteriorado por la invasión de raíces de árboles presenta la escuela Juan Ramón Dahlquist del barrio Ricardo Brugada, dependiente del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC). Se trata de una emblemática institución educativa que cumplió su 82 aniversario en abril.
Están matriculados 300 niños y niñas de la zona, muchos en situación de vulnerabilidad, según comentó la directora Midonia Guillén. “La sala de clases de la entrada tiene las tejas comprometidas y la viga, de madera vieja, está también viniéndose abajo”, explicó.
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La situación del aula permanece así desde hace al menos cinco años, sin que cuente con intervención del MEC. Un pequeño mantenimiento se dio en el 2.019 y uno más integral, en el 2007, hace casi ya 20 años, según los datos de la institución educativa.
Otras aulas estaban llenas de goteras, pero los padres invirtieron de sus bolsillos para el mantenimiento. Como acción social, funcionarios de la ANDE instalaron una canaleta.
MEC prometió entregar dinero a directores para reparaciones menores
El ministro de Educación, Luis Ramírez, consultado sobre las falencias en infraestructura escolar, prometió dar recursos a los directores para que estos se encarguen de reparaciones menores. No dio fecha ni aclaró de dónde saldrían estos fondos.
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La directora Guillén, del Dahlquist, se mostró en desacuerdo con la medida, pero dijo que aceptará fondos para solucionar las necesidades. “Es otra carga más que se nos suma y nos van alejando de lo pedagógico, que debe ser nuestra función principal”, lamentó. Expresó que no obstante, ya cumplen otras múltiples funciones.