La primera Bienal Católica tuvo lugar en el polideportivo San Roque González de Santa Cruz de la ciudad de Encarnación, entre el 22 y el 26 de mayo, como un espacio de evangelización y análisis de la vida política, social, económica y educativa del país. La jornada de clausura coincidió con la celebración de la Santísima Trinidad, que acontece el domingo siguiente a Pentecostés, que este año fue precisamente el domingo último.
La actividad fue organizada por la Diócesis de la Santísima Encarnación, encabezada por el obispo Francisco Javier Pistilli y la Universidad Católica Campus Itapúa, con el apoyo de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) y las 17 sedes de la Universidad Católica en el país.
El nuncio apostólico en Paraguay, Mons. Vicenzo Turturro, hizo referencia al encuentro de Jesús resucitado con los apóstoles en el lugar que les indicó. Dijo que fue el último encuentro del Señor Resucitado con los discípulos que, sin embargo, “no es un punto final de la historia, sino el comienzo de una nueva historia; Cristo les encomienda a los discípulos el mandato de continuar su obra”.
Les confiere a los discípulos la misión de anunciar, bautizar y recorrer el camino trazado por Él mismo, es decir, vivir el Evangelio en el día a día, añadió.
“Muchos quieren que los que creen en Jesucristo se retiren en sus sacristías. Hoy queremos comprometernos a recobrar la valentía para ir al encuentro del mundo, dialogar con la ciencia y la cultura contemporáneas como ustedes hicieron durante estos días, hacernos constructores de puentes, artesanos de una nueva cultura capaz de promover la paz, el respeto mutuo, el diálogo, el amor. Los discípulos de Cristo somos en este mundo peregrinos de la esperanza”, dijo.
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“El cristianismo es un acontecimiento que surge de la presencia de Cristo en la historia. La verdadera y evidente novedad del cristianismo es que el misterio de Dios viene a nuestro encuentro, se hace carne. Cristo habita nuestra historia. ¿Entonces por qué seguimos teniendo miedo? El encuentro personal y real con Cristo tiene que marcar profundamente nuestro ser. Esa es nuestra identidad más profunda. A partir de esta identidad podemos encontrar a nuestros hermanos que buscan un sentido en su vida y dialogar con ellos”, expresó en otro momento de su mensaje.
Nuestras universidades, nuestros colegios y nuestras comunidades tienen que facilitar este encuentro entre Cristo y el mundo, entre los creyentes y los paganos, entre los que son ya discípulos de Cristo y los que buscan la verdad, añadió el representante del Papa en Paraguay.
“Nuestras comunidades, más que oler de incienso tendrían que oler de humanidad. Tenemos que volver a Cristo y ponernos a servicio de la humanidad, lavarles los pies a los caminantes que buscan caminos, y como en el buen samaritano tenderle la mano a los que quedaron desilusionados por el mundo. Movernos del centro, purificarnos de tantas formas de egoísmo en el primer paso para que el mundo quede libre de todas las maldades a los cuales la historia nos está acostumbrando”, apuntó monseñor Turturro.
El representante del Papa ante la Iglesia Paraguaya instó a “no tener miedo”. “En cada discípulo de Cristo tiene que surgir un sentimiento de gratitud y de alegría, combinado con una profunda responsabilidad por el mandato que hemos recibido. Dios Trinidad enseña que el amor dado y recibido es fuente de relaciones auténticamente humanas. Estas relaciones que tienen la forma del Amor divino nos brindarán la verdadera felicidad”, indicó.
La homilía fue concelebrada por Mons. Francisco Javier Pistilli Scorzara, obispo de la Diócesis de Encarnación; Mons. Pedro Collar, obispo de la Diócesis de Ciudad del Este; el obispo emérito de la Diócesis de Encarnación, Mons. Ignacio Gogorza Izaguirre; el obispo emérito auxiliar de la Diócesis de Encarnación, Mons. Claudio Silvero Acosta; el Rvdo. Kornelius Bolli, provincial superior de la Congregación del Verbo Divino en el Paraguay; P. Narciso Velázquez, rector de la Universidad Católica “Nuestra Señora de la Asunción” UC, así como presbíteros del Clero Diocesano y sacerdotes invitados de diversas diócesis del país.