En comunicación con ABC Cardinal este viernes, Alejandra Peralta, abogada especializada en derechos humanos, comentó sobre el pedido del diputado Yamil Esgaib (ANR, HC) de establecer un reglamento para las actividades de los trabajadores de medios de comunicación en el Congreso e insistió en que una reglamentación de ese tipo podría constituir una herramienta de “censura indirecta”.
En la sesión de la Cámara Baja del pasado martes, el diputado colorado cartista Esgaib planteó la posibilidad de un “reglamento en serio” para que se respeten los “espacios” y la “privacidad” de los legisladores ante las preguntas de los periodistas, a quienes tildó de “patota” que “viene acá a tratar de coaccionar y violentar”.
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Esas declaraciones se dieron una semana después de que el diputado Esgaib, quien ya había sido sancionado por violencia verbal contra otras legisladoras, agrediera a las periodistas Fiona Aquino (de ABC Color) y Rocío Pereira (de Telefuturo) cuando estas le hacían preguntas sobre las denuncias de supuesto nepotismo y tráfico de influencias en torno a la contratación sin concurso de su hija Magida Esgaib en el Ministerio de Relaciones Exteriores.
“Censura indirecta”
La abogada Peralta señaló que el trabajo de la prensa y la libertad de expresión son herramientas que deben ser protegidas “celosamente” y recordó que el hecho de que periodistas en el Congreso hasta ahora pudieron tener un tránsito relativamente libre en el edificio fue lo que permitió destapar recientemente escándalos de supuesto nepotismo, ausentismo y demás irregularidades en el funcionariado del Poder Legislativo de los que la ciudadanía posiblemente no se habría enterado de no ser por el trabajo de los periodistas en el edificio del Congreso.
“Tener acceso y contacto inmediato con nuestros representantes en sus oficinas sirvió para conocer actitudes que no condicen con una transparencia gubernamental”, argumentó.
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“Por los pasillos (del Congreso) uno puede enterarse de muchas cosas”, agregó. “Establecer límites a esa posibilidad de acceso inmediato constituye una suerte de censura indirecta (...) Una conducta destinada a impedir el flujo de la información”, añadió.
“Consecuencia de la molestia que generó la prensa”
Señaló que, fuera de contexto, es comprensible la necesidad de una reglamentación para establecer criterios de “urbanismo” y orden dentro del Congreso, pero resaltó que la propuesta del diputado Esgaib surge “como consecuencia de la molestia que generó la prensa cuando preguntaba”.
Señaló que cuando se habla de reglamentar la libertad de prensa y de expresión, cualquier iniciativa de ese tipo debe ser sometida a una serie de preguntas: “¿Es la medida legal? ¿Es legítima? ¿Es absolutamente necesaria? El derecho que voy a ceder, de lo que no me voy a enterar, ¿es realmente proporcional? Se va a ganar mayor orden, ¿eso nos va a beneficiar como sociedad?”
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“El periodista va a trabajar de forma más ordenada, entre comillas, pero el pueblo se va a ver afectado en aras de ese orden” al verse posiblemente privado de información de interés público, argumentó la abogada.
Consultado sobre la propuesta del diputado Esgaib el pasado martes, el presidente de la Cámara de Diputados, el también colorado cartista Raúl Latorre, dijo no estar de acuerdo con intentos de censurar a la prensa, pero dijo que dejará un eventual planteamiento formal de una legislación como la que propone su compañero de bancada en manos del pleno de la Cámara, donde el oficialismo cartista cuenta con mayoría propia.