Este tipo de cáncer, que padece el expresidente uruguayo José “Pepe” Mujica, se desarrolla cuando las células en el revestimiento interior del esófago comienzan a crecer de manera descontrolada, formando un tumor. Dependiendo del tipo de células que se vuelven cancerosas, se clasifica principalmente en dos tipos:
Adenocarcinoma: este tipo se desarrolla en las células glandulares del esófago que secretan moco, generalmente en la parte inferior del esófago.
Carcinoma de células escamosas: este tipo se origina en las células planas que revisten la superficie interior del esófago y puede ocurrir en cualquier parte del esófago.
¿Qué causa el cáncer de esófago?
Las causas exactas del cáncer de esófago no están completamente claras, pero se identificaron varios factores de riesgo que pueden aumentar las probabilidades de desarrollar esta enfermedad. Entre ellos destacan:
Reflujo gastroesofágico crónico (ERGE): la exposición prolongada del esófago al ácido estomacal puede dañar el revestimiento y aumentar el riesgo de adenocarcinoma.
Tabaquismo: el uso del tabaco multiplica exponencialmente las posibilidades de sufrir de carcinoma de células escamosas.
Consumo excesivo de alcohol: el alcohol, especialmente cuando se combina con el tabaquismo, aumenta significativamente el riesgo.
Dieta pobre: una dieta baja en frutas y vegetales puede aumentar el riesgo de cáncer de esófago.
Obesidad: el sobrepeso incrementa el riesgo de adenocarcinoma del esófago.
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Signos de alarma
Los síntomas del cáncer de esófago pueden variar dependiendo del estadio de la enfermedad, pero algunos de los más comunes incluyen:
- Dificultad para tragar (disfagia)
- Pérdida inexplicable de peso
- Dolor torácico, de espalda o detrás del esternón
- Tos persistente o ronquera
- Indigestión y acidez estomacal frecuentes
- Vómitos
Es crucial contactar a un médico si se experimentan algunos de estos síntomas, especialmente si persisten o se agravan.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico del cáncer de esófago comúnmente implica una combinación de endoscopías, biopsias y estudios por imágenes como tomografías computarizadas o PET scans.
Una vez diagnosticado, el tratamiento varía según el estadio del cáncer y puede incluir cirugía para remover el tumor, quimioterapia, radioterapia o una combinación de estos.
Cómo prevenir el cáncer de esófago
Aunque no todos los casos de cáncer de esófago pueden prevenirse, reducir los factores de riesgo puede disminuir las probabilidades de desarrollarlo. Esto incluye evitar el tabaco y el alcohol, mantener un peso saludable y seguir una dieta rica en frutas y verduras.
En cuanto al pronóstico, este varía ampliamente dependiendo del estadio en que se detecte la enfermedad. Los casos diagnosticados en estadios tempranos tienen generalmente un mejor pronóstico en comparación con aquellos identificados en etapas avanzadas.
El cáncer de esófago es una enfermedad grave, pero, con la detección temprana y los tratamientos adecuados, muchos pacientes pueden administrar la enfermedad eficazmente y vivir vidas prolongadas y saludables. La concientización sobre los síntomas y los factores de riesgo es fundamental para combatir este tipo de cáncer.