El incidente comenzó porque la interpelación que presentaron los concejales Belén Maldonado (PLRA) y Diego Romero (ANR) no tuvo los votos suficientes para ser aprobada y fue rechazada. La bancada cartista logró seis votos a favor, mientras que la bancada liberal sumada a la disidencia colorada liderada por el concejal Diego Romero obtuvo también seis votos. Sin embargo, según el reglamento interno de la Junta Municipal, para aprobar una moción se requieren dos votos por encima de la mitad, por lo que el pedido de interpelación fue derivado a comisión.
Ante esta situación, los concejales Diego Romero y Belén Maldonado cuestionaron la falta de voluntad política de sus colegas para atender los reclamos de los ciudadanos que los eligieron. Manifestaron su descontento a gritos y con acalorados discursos. Como respuesta, la bancada cartista, liderada por el concejal Arnaldo Baeza, abandonó la sala, dejando sin quórum la sesión.
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En conversación con nuestro medio, el concejal Diego Romero (ANR) expresó que la interpelación debía entenderse como un cuestionario de preguntas ante un evento tan trágico como el ocurrido en Luque, y no como un ataque personal hacia el intendente. “No es que le íbamos a poner una bomba en la cara al intendente, solo queremos que dé la cara ante la ciudadanía”, afirmó.
Mientras la oposición exige respuestas y responsabilidades, la mayoría oficialista parece reacia a someter al intendente a un interrogatorio público. Las próximas semanas serán clave para determinar si finalmente se llevará a cabo la interpelación o si la misma quedará archivada en las comisiones legislativas.