El 2024 avanza y llegamos a otro 8 de marzo, fecha en que todos recuerdan felicitar a las mujeres por el Día Internacional de la Mujer.
Pero los agasajos están de más cuando en las noticias todavía hay muertes de mujeres cada semana, y en las empresas ellas siguen ganando menos por el mismo trabajo. Peor aún, cuando las madres le dedican muchas más horas del día al trabajo no remunerado que los padres.
Los derechos de la mujer en Paraguay existen en la teoría, pero salta a la vista que muchas de las normativas quedan en letra muerta.
Progresos y retrocesos
Expertas en la lucha de las mujeres por sus derechos nos hablaron de los progresos legislativos que se han tenido en la última década, así como de los retrocesos que lamentablemente se dieron, y de los objetivos que aspiran alcanzar a corto plazo.
Para la abogada feminista Mirtha Moragas, entre los avances legales el más importante se cita la ley integral contra la violencia hacia las mujeres, que profundiza no solo el mecanismo de denuncia, sino define las formas de violencia y expande la protección que se da a las mujeres en este ámbito.
La profesional resaltó que con la nueva legislación ya no solo se tiene en cuenta la violencia intrafamiliar, sino también para otros casos. Así también, la ley establece el tipo penal de feminicidio, que está en aplicación desde el 2017.
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El trabajo doméstico es reconocido con salario mínimo legal
Otro paso importante en el ámbito legislativo que resaltó la abogada es el reconocimiento del trabajo doméstico, con un régimen legal de pago igual al resto de los trabajadores.
“Había una discriminación hasta el año 2015. Quienes ejercían el trabajo doméstico-que mayoritariamente son mujeres, recibían un salario inferior al resto de los trabajadores. Este avance eliminó una de las discriminaciones más grandes de los últimos tiempos”, resaltó la jurista.
Otro punto que Moragas citó no como un avance sino más bien como un desafío, es lo relativo a la propuesta de paridad democrática.
“Este tema en algún momento avanzó y terminó retrocediendo por desinformación. Las amenazas más graves tienen que ver con la aplicación correcta de la legislación, con la manipulación para censurar periodistas y ciudadanos de otros rubros”, describió Mirtha Moragas.
Justicia está “ocupada” cuando las mujeres la necesitan
Advirtió que la censura continúa atentando contra la democracia, ocasionando que los juzgados “en vez de atender a las verdaderas víctimas de violencia, estén atendiendo otra cosas”.
Lamentó que la gente que verdaderamente necesita de una justicia protectora y eficaz tarda en recibirla, mientras que “políticos manipulando la ley reciben medidas de protección bastante rápido”.
Lo que le parece más riesgoso a la profesional es que ya han surgido “voces que están pidiendo que la ley se modifique o se derogue, y ese sí sería un retroceso que tenemos que impedir”, dijo en referencia a la Ley de Protección Integral a las Mujeres.
Jueces deben ser disciplinados, dice
Sobre este mismo punto, enfatizó que se debe lograr que el Poder Judicial “discipline a los jueces que no están aplicando la ley correctamente”.
La jurista recordó que no aplicar correctamente la ley que protege a las mujeres “es causal para ser juzgados por el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM), pero como quienes están manipulando la ley lo utilizan para favorecer a ciertos poderes políticos, no pasa nada”.
En otro sentido, alertó sobre las deficiencias en el funcionamiento del sistema de protección para la mujer.
“Hay dilaciones vinculadas a la mala actitud de quienes operan la Justicia hacia las mujeres que denuncian violencia”, citó.
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Desigualdad salarial y de trabajo sigue
Añadió entre otras grandes lagunas la realidad de que “las mujeres siguen ganando menos que los hombres por igual trabajo”.
“Todavía estamos cerca del promedio de 20% menos, y estamos y por encima de los hombres en el tiempo que le dedicamos al trabajo no remunerado”, puntualizó la profesional.
Este punto, según Moragas se sebe resolver también desde el punto de vista de los derechos laborales.
Entre los objetivos más urgentes la experta destacó que se debe seguir trabajando para que la sociedad paraguaya avance en la comprensión de temas vinculados a la relación desigual de poder entre hombres mujeres.
“Hay un desafío en la educación, mucha resistencia por parte de grupos antiderechos que están presionando para que no hablemos de temas básicos. Se tiene una mirada de negación muy fuerte de lo que significa el género en los temas de violencia”, advirtió.
Derechos tienen poco alcance en zonas rurales
Desde la organización Aireana, grupo por los derechos de las lesbianas, expresaron que hay leyes que pueden beneficiar a algunas mujeres, pero tienen poco alcance en zonas rurales.
Citaron como avance la Ley 5777 del año 2016, de “Protección integral a las mujeres contra toda forma de violencia”.
Otro paso importante para la organización son las leyes que se refieren a mujeres con discapacidad. Ejemplificaron en este sentido la legislación sobre accesibilidad al medio físico, Ley Nº 4934 del 2013.
Destacaron además la normativa para las mujeres rurales, específicamente la ley de políticas públicas para mujeres rurales (Nº 5446 del 2015).
Grandes retrocesos y urgencias
En cuanto a los retrocesos, la organización citó la “resolución Riera”, en referencia a la disposición Nº 29.664/17 “por la cual se prohíbe la utilización de materiales tanto impresos como digitales referentes a la teoría y/o ideología de género en las instituciones educativas dependientes del Ministerio de Educación y Ciencias”.
Al hablar de los objetivos más urgentes, desde Aireana resaltaron que se necesita una mayor implementación de la ley Nº 5557.
En otro orden, consideran que las grandes metas a corto plazo son:
Una educación sin discriminaciones, no sexista, no racista, no capacitista.
Una educación integral de la sexualidad. Frenar los desalojos en tierras indígenas.