El fiscal de la Unidad Especializada en Delitos Económicos y Anticorrupción, Luis Piñánez, imputó al asistente fiscal Antonio Ramón Petters Paredes y al abogado Raúl Adriano Cardozo Benítez, quien además sería un agente de la Policía Nacional, por el hecho de tráfico de influencias y resistencia, en calidad de autor y cómplice, respectivamente.
El juez Penal de Garantías de Delitos Económicos Humberto Otazú resolvió el viernes último aplicar la medida cautelar de prisión preventiva para ambos investigados, tras sustanciarse la audiencia de imposición de medidas poco después del mediodía. El representante del Ministerio Público había solicitado la prisión para ambos.
Tanto el asistente fiscal de la Unidad Fiscal Nº 3 de Villa Hayes, Antonio Petters, como el abogado Raúl Cardozo fueron detenidos en un operativo fiscal-policial montado, bajo autorización judicial del juez Penal de Garantías de Delitos Económicos Rodrigo Estigarribia.
Todo esto se dio en el marco de una causa por violencia doméstica, en el que había un hombre preso, causa que está en la unidad del fiscal Alfredo Mieres, a cuyo cargo está el imputado Antonio Petters, mientras que el abogado Raúl Cardozo fue contratado por la denunciante y esposa del detenido.
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Sin facultad para imputar
“El asistente fiscal no tiene potestad de formular o no imputación. Si nuevos elementos surgieran que efectivamente el fiscal tiene una implicación directa, tal como dice la denuncia, podría hacer que la investigación pase a un cohecho pasivo”, había explicado el fiscal Piñánez en entrevista con ABC Cardinal.
Asistente fiscal pidió G. 5.000.000 a denunciante y esposa de detenido
De acuerdo con los antecedentes señalados en la imputación del fiscal Luis Piñánez, la señora Andrea Díaz denunció el hecho el 19 de febrero de este año. El caso tuvo origen en una causa en la que su marido fue denunciado por violencia doméstica y se tramitó en la Unidad Penal Nº 3 de Villa Hayes.
En ese sentido, Díaz señaló en su denuncia que debido al proceso contra su marido Diego Colmán, contrataron al abogado Raúl Cardozo, quien intermediaba en el caso ante la Fiscalía de Villa Hayes. En ese contexto fue que el auxiliar de justicia informó a la mujer de que pronto habría imputación, incluso, contra su marido.
Ante tal información, Andrea Díaz decidió ir hasta la Fiscalía, donde conoció al asistente fiscal Antonio Petters, quien le dijo que para que su marido Diego Colmán no sea imputado ella tenía que pagar G. 5.000.000 y, tras el pago, la causa se archivaría.
Al recibir esa propuesta de parte del funcionario, Díaz le consultó si esa plata era solo para él, a lo que le manifestó el mismo que “el monto abonado era para su jefe, el fiscal Alfredo Mieres”.
Operativo de entrega vigilada y detención
Tras la denuncia radicada por Andrea Díaz ante el Ministerio Público, se iniciaron las diligencias primarias como contar con la autorización judicial para las filmaciones de video, grabaciones de audio. Además, se solicitó la autenticación de billetes para la utilización como evidencias.
Con todo ello a disposición se procedió a la ejecución del procedimiento de entrega vigilada, frente al domicilio de la mujer denunciante.
Ese 21 de febrero, cerca de las 14:30, llegó el asistente fiscal Antonio Petters al mando de una camioneta Kia Sportage, color negro, acompañado del abogado Raúl Cardozo, y estacionaron frente a la casa de la mujer y desde la ventanilla le manifiestan que “vienen a buscar lo del acuerdo”.
En esa oportunidad, la mujer consultó qué garantías tenía ella de que iban a cumplir con lo pactado, a lo que Petters le señaló que iban a realizar los procedimientos de rigor para luego archivar la causa, ya que su jefe “iba a recibir algo” y que ese monto de dinero no era nada importante. Luego de esto, la mujer entró a su vivienda y luego salió con el dinero en un sobre blanco.
Petters y Cardozo le invitaron a que suba a la camioneta para entregar ahí dentro la plata, a lo que ella accedió. Luego de hacer entrega de los billetes numerados por la fiscalía, Andrea Díaz bajó del rodado y dio la señal para que actúe la comitiva que estaba dispuesta en el lugar, lo que inició una persecución de al menos dos kilómetros hasta lograr la detención de ambos.