Asunción sufre el abandono y sigue esperando trabajo “coordinado” entre Nenecho y Luifer

Con el gobierno de Santiago Peña, la promesa para asuncenos fue que tendrían pronto una ciudad más ordenada, ya que los cartistas Óscar Rodríguez y Luis Bernal, al frente de la Municipalidad y Essap, trabajarían juntos. Sin embargo, Asunción sufre del abandono y todavía se espera por “trabajos coordinados”.

Gran cantidad de agua sobre la avenida Mariscal López y la calle Rodó. Conductores deben bajar la velocidad y desviar desde hace días.FERNANDO ROMERO
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El mismo 15 de agosto del 2023, en la asunción de Santiago Peña como presidente de la República, Luis Fernando Bernal (ANR-Cartista), presidente de la Essap, hacía la promesa de trabajar por Asunción en coordinación con el intendente de la ciudad, Óscar “Nenecho” Rodríguez, quien pertenece a su mismo movimiento.

Ese día se los vio salir del Palacio de Gobierno y daban “esperanza” de que al fin se lograría la coordinación entre estas dos instituciones y, resolverían los diferentes problemas que afectan a Asunción, en lugar de tirarse la pelota, como históricamente viene ocurriendo.

Bache con agua se muestra profundo sobre General Díaz y Hernandarias, en microcentro.

“Lastimosamente nunca se ha podido hacer una planificación con la Municipalidad de Asunción y eso obedece a diferentes factores. Hoy felizmente podemos decir que en conjunto con el intendente vamos a sentarnos en los próximos días para planificar los trabajos de manera a que la ciudadanía pueda tener las obras que Asunción realmente necesita”, había afirmado Bernal, aquel 15 de agosto, hace medio año.

Sin embargo, ninguna de las dos instituciones ha podido resolver el problema vial que se origina debido a los caños rotos, aguas servidas, sumideros en mal estado, además de raudales por falta de desagües o el mal uso de los sistemas cloacales.

Sumidero destrozado es un peligro en Colón y Herrera. Es solo un ejemplo de decenas que están igual.

Charco de agua enorme en avenida Mariscal López

Por ejemplo, un enorme charco de agua se observa actualmente en plena avenida Mariscal López, tomando la mitad de un carril y extendiéndose por casi media cuadra. Debido a su gran tamaño se denotaba como un caño roto, sin embargo, la misma desprendía un olor hediondo.

Los automovilistas, que conducían a alta velocidad por tratarse de una avenida, se encontraban con la desagradable sorpresa y se veían obligados a desviar y bajar la marcha. Esto primeramente constituye un peligro y, a la vez, entorpece el tránsito. También destruye el asfalto.

A esto se suma la presencia de varios registros sin tapas a lo largo de la citada avenida, que también hace peligroso el camino a conductores.

Asimismo, el microcentro no se salva del abandono. Por ejemplo, esta mañana encontramos un bache profundo y peligroso en General Díaz y Humaitá, que denota que está así hace semanas. También los sumideros, a cargo de la comuna, se muestran destrozados, por lo que cualquiera podría caer en ellos. La ciudad se muestra muy lejos de “estar mejor”.

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