La cancha del Sportivo Santa Bárbara de Mbocayaty, departamento de Guairá, está asentada en un predio de poco más de una hectárea que una familia había donado en la década del 50, según cuentan los pobladores. Sin embargo, nunca se tramitó la transferencia y ahora apareció un ciudadano con un supuesto título de propiedad.
“Hasta hoy no aparece ningún documento. Ha sido donado en su momento… Las personas que lo han donado lo han hecho de palabra, como ha sido siempre la costumbre antigua”, indicó el asesor jurídico del club, el abogado Tomás Miranda. Detalló que la posesión del inmueble data de hace 72 años, aunque aclaró que hay pobladores que afirman que la ocupación es incluso aún más antigua.
El ciudadano con el título de propiedad es Celso Duarte Franco, funcionario de la planta alcoholera de Petropar de Mauricio José Troche. Radicó una denuncia por invasión de inmueble ajeno, que no correría, pero la comunidad teme que se inicie un juicio civil para despojarlos de la cancha. “No existe violencia, no existe clandestinidad ni ánimos de que alguien se quede a vivir acá. Es una ocupación de años de forma pacífica de los dirigentes y, sobre todo, de los aficionados de este club”, refirió Miranda.
Los dirigentes del Sportivo Santa Bárbara y las autoridades comunales buscan una mesa de diálogo. La Municipalidad de Mbocayaty hasta analiza ofrecer otro inmueble municipal en concepto de permuta como una solución al conflicto, pero el ciudadano no tiene apertura.
“No accede. Solamente nosotros queremos dialogar con el señor Celso Franco. Y todo problema tiene solución y acá se trata de todo un pueblo”, refirió la intendenta Norma Godoy (ANR), quien estuvo presente en la movilización ciudadana y garantizó que la Municipalidad acompañará a la comunidad en su lucha para no perder la cancha.
Además del Sportivo Santa Bárbara, existe una escuela que también funciona como colegio colindante al predio, y los niños utilizan la cancha como espacio de esparcimiento, como también para los eventos deportivos.
Intentamos conversar con el señor Celso Duarte Franco para conocer su versión sobre el hecho, pero el mismo no atiende las llamadas y no responde los mensajes a su número privado. Desde nuestra redacción regional estamos abiertos a recibir su descargo.