La cantidad de larvas en los baches producidos por el inicio del arreglo de la calle Arasá desde Bruno Guggiari hasta Esmeralda pone en alerta a los vecinos de Lambaré, donde los casos de dengue aumentan día tras día.
Con la promesa de asfaltar la calle Arasá, la Municipalidad de Lambaré inició los trabajos de reparación en diciembre pasado, sin embargo, desde Navidad, las obras están paradas.
El agua se acumula en los baches convirtiéndose en peligrosos criaderos del Aedes Aegyptis.
A esto se suma un gran terreno baldío en estado calamitoso, donde los propietarios no se hacen cargo de la limpieza, tampoco la comuna lambareña.
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Los inescrupulosos tiran basura en el lugar, especialmente en horas de la noche para evitar ser captados por las cámaras de circuito cerrado de los vecinos.
Algunos no pueden ingresar con los vehículos a su domicilio por el mal estado de la calle y deben dejarlos afuera, expuestos a la inseguridad, indican.