El presidente Santiago Peña oficializó esta mañana el anuncio del proyecto de modificación de la ley de Fonacide para que el Ministerio de Desarrollo Social administre el dinero del almuerzo escolar en los territorios de la Municipalidad de Asunción y las gobernaciones de Central y Presidente Hayes.
Con el argumento de que el sistema de almuerzo escolar ha sido un fracaso, apoyándose en el informe de la Contraloría, Peña refirió que no vino al gobierno para administrar el sistema, sino para transformarlo, para que los niños tengan acceso al almuerzo escolar.
“El informe fue lapidario y desnudó las debilidades de la provisión de la alimentación escolar con los recursos del Fonacide (...) A más de diez años de su implementación, ha mostrado ser completamente ineficiente”, dijo Peña, obviando que el programa implica más que solamente la alimentación.
Expresó que la falta de inversión en el almuerzo escolar es uno de los principales factores de la deserción y calificó el proyecto de “hambre cero” como el más ambicioso de su gobierno.
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Santiago Peña: informe de Contraloría fue fundamental
Peña dio bastante destaque al papel que jugó el informe de la Contraloría General de la República en la decisión de modificar el enfoque del almuerzo escolar, sobre todo en cuanto a las falencias del sistema. “Muchas veces, la Contraloría era un garrote y no una herramienta para mejorar. Este informe se constituyó en una herramienta para mejorar”, remarcó.
“Según este informe de la Contraloría, por falta de gestión en tiempo y forma, no se ejecutaron los recursos del Fonacide para el programa del almuerzo escolar, a pesar de contar con disponibilidad presupuestaria. En varios de los casos, los alimentos fueron elaborados y servidos en condiciones de higiene inadecuada, incluso observándose productos en mal estado de conservación”, criticó.
“La falta de procedimientos de control y una inadecuada planificación de los procesos de contratación, como así también las convocatorias públicas para el suministro de la alimentación, realizadas fuera de los plazos legales, resultaron en miles de niños sin almuerzo escolar”, agregó.
Peña resaltó además la “baja y casi nula fiscalización y seguimiento de los contratos de provisión de alimentos” de los que da cuenta el informe de la Contraloría, “que no hicieron más que limitar el potencial de un programa que es fundamental para el desarrollo de los niños”.
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Replantear el almuerzo escolar
Peña señaló que, ante los resultados que muestra actualmente el programa, tomaron la decisión de replantear el programa del almuerzo escolar, “de cambiar enfoque, de transformar esto de simplemente administrar recursos a darle la prioridad de que los niños tengan acceso al almuerzo escolar”.
“Esto está demostrado, el vínculo entre la pobreza y el proceso de aprendizaje: con hambre no se puede estudiar ni aprender, no hay forma. Si queremos resolver el futuro del Paraguay, tenemos que enfrentar el problema del hambre”, agregó y destacó que los indicadores muestran que cuando se acaba el almuerzo escolar aumenta el ausentismo.
“El 25% de la población vive en situación de pobreza, pero lo que es todavía más preocupante es que los más afectados son los niños y niñas, quienes constituyen el 40% de la población en situación de pobreza. Estas cifras nos interpelan como autoridad, como paraguayos. No podemos aceptar esta realidad en el Paraguay”, aseveró.
“La pobreza en el Paraguay no es una condición, es simplemente el resultado de la gestión, de las decisiones políticas que hemos tomado como sociedad”, agregó.
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Modalidad actual reproduce la desigualdad
Peña señaló que este proyecto no puede resolver por sí solo el problema, pero dijo que garantizará las condiciones mínimas para que cada niño pueda aprender. ”Les pido que dejemos de lado el revanchismo, dejemos de lado los intereses personales y pongámosles a los niños en primer lugar”, dijo.
Enfatizó que son 1.300.000 los niños que asisten al sistema escolar y que el objetivo es garantizar que todos ellos tengan un 100% de días de almuerzo, lo que significará un “golpe letal a la pobreza extrema” y logrará en este periodo erradicar el hambre en el país.
El Presidente dijo que el modelo actual solamente reproduce la desigualdad y culpó al modelo de distribución, que hoy solo garantiza el alcance al 5% de los niños que asisten al sistema público o subvencionado de educación, durante el 100% del tiempo.
“Esto se vuelve más dramático cuando analizamos por departamentos. Los departamentos más pobres son los que tienen menor cobertura escolar”, resaltó
“Le veo al gobernador de San Pedro, de Caazapá, de Canindeyú. Si esta ley no pasa, ustedes no tienen la mínima posibilidad de transformar y cambiar la vida de los niños de su departamento”, sentenció.
Peña habló de eficiencia en utilización de recursos al lado de responsables de nepotismo
El Presidente habló largo y tendido sobre la necesidad de la utilización eficiente de los recursos y de los sacrificios que implicará para el Gobierno el ingresar recursos para el fondeamiento del programa.
Sin embargo, mientras decía esto, estaba sentado al lado de dos de los grandes responsables de los escándalos de nepotismo en el Congreso Nacional: su vicepresidente Pedro Alliana, quien tiene a su hija a sueldo de la Cámara de Diputados, y al titular de este órgano del Estado, Raúl Latorre, quien nombró a todos los denominados “nepobabies”.
El propio Peña había dicho que la contratación de estos parientes era más una cuestión “moral y ética” que una violación de la ley. Alliana, por su parte, defendió la contratación de su hija y hasta el momento la mantiene en el cargo, en relación de dependencia directa del diputado Raúl Latorre.