Confundió un cebollón con una vela y la explosión le cercenó tres dedos

Una mujer de 73 años fue atendida en el hospital de Santaní por las graves heridas que le provocó la explosión de un cebollón que confundió con una vela, en pleno corte de luz. La explosión obligó a la amputación de tres dedos de la mano izquierda. Otro caso atípico fue el de una parturienta que dio a luz ayer en la rampa del mismo hospital.

Fachada del Hospital Distrital de San Estanislao (Santaní)Ministerio de Salud
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Según datos proporcionados por el director del hospital, Dr. Federico Ramírez Mello, los trabajadores de blanco del hospital no tuvieron mucho movimiento la noche del 31 de diciembre como en años anteriores. Pero en el primer día del año 2024, en horas de la tarde, se trasladaron hasta este hospital dos pacientes que tuvieron que ser atendidas de urgencia: una señora de 73 años oriunda de Yataity del Norte que perdió tres dedos de una mano por la explosión de un cebollón y una parturienta que llegó del distrito de Liberación, y dio a luz a un bebé en la rampa de la institución.

Corte de luz, explosión y amputación

Sobre el caso de la paciente de 73 años de Yataity del Norte, el Dr. Ramírez comentó que de acuerdo a la manifestación de un familiar que la acompañó para su atención médica, ayer aproximadamente a las 18:30, se produjo un corte de la energía eléctrica en esa ciudad, por lo que la víctima se levantó de la cama y agarró por equivocación un cebollón que algún miembro de la casa había dejado sobre un mueble que se encontraba en su dormitorio.

Aparentemente, la abuela, creyendo que había agarrado una vela en la oscuridad y prendió un fósforo como para iluminar su habitación donde se encontraba, provocando la explosión. Esto le causó la pérdida de tres de los dedos de la mano izquierda, comentó el médico.

Bebé nació en la rampa del hospital

También se refirió a la parturienta que dio a luz a un bebé de un poco más de 2 kilogramos en la rampa del hospital. El médico explicó que este atípico hecho sucedió debido a que la paciente ya llegó a última hora al hospital y ya no pudo ser llevada hasta la sala de partos en ese momento.

Por eso, los médicos y enfermeras de guardia la asistieron rápidamente para el nacimiento en plena rampa de acceso para luego ser llevadas a una sala de internación, donde se encuentran en observación y en buen estado de salud el recién nacido al igual que la madre, aseguró el director.

Ramírez mencionó que por la ubicación estratégica del centro asistencial la gente prefiere trasladarse a este lugar en vez de ir a otros hospitales de la zona. Sin embargo, aclaró que esta situación muchas veces genera inconvenientes al personal de guardia del local sanitario para abastecer la atención que se requiere cuando sobrepasa la capacidad del hospital.

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