Sin Jesús, que es el camino, la verdad y la vida, no hay plenitud, aseguró hoy el padre Reinaldo Roa, cura rector saliente de la Catedral Metropolitana, durante la Misa de Navidad. Pese a la intensa lluvia y la peligrosidad de los raudales, muchos fieles se acercaron a la Catedral Metropolitana de Nuestra Señora de la Asunción para escuchar la homilía y celebrar la Natividad del Señor Jesucristo.
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Durante la misa, el padre Roa cuestionó el nepotismo y criticó a los políticos, que hoy son considerados “delincuentes”. Afirmó que, pese a entender que están obrando mal, “se aferran a la oscuridad”.
“Hay gente que se aferra al pecado, hay gente que se aferra a la corrupción. Sabe que está mal, pero igual sigue. Sabe que robar está mal, pero sigue; sabe que estafar está mal, pero igual siguen; saben que coimear está mal, pero igual siguen; saben que violentar está mal, pero igual siguen. Si vemos nuestra sociedad, muchos preguntan a aquellos que hoy consideramos como delincuentes ´¿sabés que está mal esto?´ y te responden que sí, saben que está mal”, dijo.
El padre resaltó también las últimas noticias relacionadas a la concesión de cargos públicos a familiares y amigos del Gobierno. “Cuando hicieron los periodistas estas preguntas a los políticos, por toda esta cuestión de los puestos y los sueldos que se iban asignando, iban evadiendo (responder), porque saben que está mal y se aferran a la oscuridad”, sostuvo.
Iglesia pidió valorar la vida desde la concepción hasta la muerte
En la misa de Navidad, el padre Roa recordó que sin Jesús en nuestras vidas no hay plenitud. “En Cristo está nuestra existencia”, aseveró.
Asimismo, el cura resaltó el valor de la vida y la dignidad humana. Afirmó que se debe apreciar la vida desde la concepción hasta la muerte.
“Cuando vamos entendiendo y comprendiendo que Él (Jesús) es la vida, entonces cambia nuestra forma de pensar, nuestra manera de interpretar en relación a la vida misma, a la vida del ser humano. Se empieza a valorar y respetar la dignidad humana; se empieza a valorar desde la concepción misma hasta la muerte. Muchos se hacen llamar provida; el verdadero provida es Cristo”, puntualizó.