Se debe recuperar la tradición de visitar pesebres, cantar villancicos y preparar regalos para los niños, dice sacerdote

Visitar los pesebres y cantar los villancicos eran tradiciones que se vivían con mucha fe y alegría e iba acompañada de la degustación de un rico clericó que las familias tenían preparado para invitar a los visitantes. El canciller del Obispado de la Diócesis de San Lorenzo, Pbro. Marcos Fretes, abogó por la recuperación de estas costumbres y del sentido de la Navidad, que ante todo debe ser motivo de agradecimiento, fe y reflexión.

El sacerdote Marcos Fretes pidió que las familias siempre guarden un presente para los niños en Navidad, sin importar el valor.Lucia González
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El canciller del Obispado de la Diócesis de San Lorenzo y párroco de la ciudad de San Antonio, presbítero Marcos Fretes, recordó que cuando era niño, junto con sus vecinos se vestían con atuendos de color verde y recorrían el barrio para cantar los villancicos de Navidad. El verde representa la esperanza y era el color utilizado en esos tiempo, mencionó.

El religioso también rememoró que antes las familias se reunían en torno al pesebre y que era la persona más adulta la encargada de colocar al Niño Jesús en otra parte frente a dos velas. Recién cuando llegaba las 12:00 el adulto lo agarraba y lo ponía en el pesebre, luego de que todos besaran en la frente a la imagen. “Era un gesto de veneración que lo hacíamos con mucho cariño. La Navidad lo vivíamos de una forma muy diferente”, recordó.

Mencionó que actualmente se vive la Navidad de una manera muy superficial. “La ropa es importante, pero no las virtudes del corazón; se comparte la comida en una mesa en donde la familia está dividida. Vivimos en un tiempo en el que pensamos qué o quién es el centro de la Navidad. A veces es la comida, los regalos y se ha perdido el sentido real o el centro de la Navidad que es el niño Jesús”, resaltó el sacerdote.

“El Niño Jesús es el centro de nuestro corazón, de nuestra vida cristiana y, por más que celebramos una memoria histórica que hace .2000 años pasó, se nos invita cada año a que ese Niño Jesús nazca en nuestro corazón, nazca en nuestra vida, en nuestra familia. Que se pueda romper con la violencia y vivir en un tiempo de paz y armonía. Y vivir reunidos en familia y celebrando este gran misterio del nacimiento del Niño Jesús”, mencionó.

Teniendo en cuenta los acontecimientos que se dan en estos tiempos, el sacerdote Marcos Fretes, pidió volver a revivir las tradiciones de antaño y conservar la forma armoniosa del compartir en las familias. Y, ante todo, que pueda prevalecer el amor, la paz y los buenos deseos ante lo mundano.

Pidió que las familias siempre guarden un presente para los niños, sin importar el valor, ya que los niños esperan un pequeño regalo en época de Navidad.

Conservar la tradición de regalar a los niños

Resaltó la figura y obra de San Nicolás de Bari, obispo diocesano de la Iglesia Católica que era de profesión carpintero. Hace miles de años sirvió en el pueblo de Bari (actual Turquía meridional) y trabajó en el pueblo donde la gente era muy pobre, que casi no tenían la comida que hoy en día las personas tienen a su alcance, reseñó el cura Marcos Fretes.

Tanta era la pobreza de ese pueblo que fabricaba juguetes de madera y, cuando era la noche de 24 de diciembre iba a colocar un juguete frente a la casa de cada una de las familias. Ese regalo era un presente que le hacía el Niño Jesús a los infantes. El sacerdote pidió que de esa misma manera siempre los niños tengan un pequeño obsequio, porque será la manera en que el Niño Jesús esté presente en los corazones de los niños.

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