Tradición que da vida y respiro económico a los paraguayos

Aparte de todo el fervor religioso que genera Caacupé, muchos paraguayos reviven una tradición y hallan oportunidades laborales que le dan un respiro económico para mejorar sus ingresos.

Pedro Ignacio Agüero con la imagen gigante de una virgen, tras pagar su promesa.Gustavo Machado
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Uno de los artículos más apreciados por los peregrinos están las imágenes de la Virgen de los Milagros de Caacupé, señalan los comerciantes del entorno de la Basílica. Los precios varían según el tamaño y la manufactura y pueden oscilar entre G. 5.000 los más pequeños y G. 300.000 las enormes y con vestidos bordados.

Las imágenes de la Virgen de Caacupé son los artículos más apreciados por los peregrinos durante todo el año.

Las tallas se preparan en Areguá y toda la ornamentación y vestuario se realizan en los talleres de confecciones de los locales en Caacupé.

Alcancías y remeras para niños también son objetos apreciados como souvenir o “Caacupé poty”. También tienen bastante demanda los bidones para recoger el agua de Tupãsy ykua.

La capital de Cordillera también se convierte en estas fechas en la meca de las oportunidades para muchos paraguayos que buscan un ingreso que les dé un respiro económico. Varios de ellos son artistas urbanos o callejeros que se instalan con sus estatuas humanas para “arrancar un sonrisa” y lograr algún dinerito.

Coloridas y creativas remeras

Entre los artículos muy apreciados por los peregrinos también se encuentran las remeras con modernos y coloridos estampados, especialmente con motivos alusivos a la Basílica y a la Virgen de los Milagros cuyos precios oscilan entre G. 20.000 y 25.000 en talles para chicos y grandes.

Remeras con mucho colorido y diseños bien modernos también son muy requeridos en Caacupé.

Diego Ruiz Díaz comenta que la actividad de preparar remeras con diseños alusivos a Caacupé comenzó con su padre Antonio Ruiz Díaz, un emprendedor del Mercado 4, que ha perdido la vista con el paso de los años. “Desde mitã'i aprendimos con él el arte de confeccionar estas remeras, pero como él ahora ya no puede venir, estamos aquí tres hermanos que nos dedicamos a lo mismo”, comenta Diego.

También menciona que con sus hermanos se encargan de distribuir en toda Caacupé las remeras de ingeniosos diseños y bastante colorido destinadas a chicos y grandes.

Soldado de oro y soldado de plata

El soldado de plata que llegó desde Capiatá.

Martín Caballero llegó desde Capiatá para interpretar al “Soldado de Plata” y se instaló en el entorno mismo de la Basílica. Se dedica a este arte desde hace unos cinco a seis meses.

El "soldado" en Caacupé.

Otro que acaparó la atención es el “Soldado de Oro”, interpretado por Luis Fernando Villalba, quien con 42 años, también busca hacer algo de dinero durante la festividad de Caacupé. Esta labor artística callejera la inició hace siete u ocho años como Soldado de Plata en la plaza Tte. Fariña de Caacupé.

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