Novenario de Caacupé: “Lamentamos que nuestras autoridades no tengan agallas”

Monseñor Mario Melanio Medina, obispo emérito de San Juan Bautista Misiones, presidió la misa en el quinto día del novenario de la Virgen de Caacupé. Durante su homilía, cuestionó el abandono a los indígenas, la triste situación que viven los pobladores del Chaco -por la sequía- y, sobre todo, la falta de revisión del Anexo C. “Lamentamos que nuestras autoridades no tengan agallas, no sabemos si tienen complejo de inferioridad o qué pasa”, expresó.

Monseñor Mario Melanio Medina, obispo emérito de San Juan Bautista Misiones, presidió la misa en el quinto día del novenario de la Virgen de Caacupé.
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Monseñor Melanio Medina presidió la santa misa en el quinto día del novenario de la Virgen de Caacupé. Durante su homilía, habló sobre los numerosos problemas nacionales. “Tantas ofensas hemos hecho a nuestro creador. Tenemos mucho dinero y abusamos. Tenemos tantas hidroeléctricas... Itaipú, Yacyretá... y ¿son de provecho para nosotros?”, cuestionó.

Se refirió al presidente Santiago Peña, quien prometió combatir la pobreza; sin embargo, monseñor señaló que los indígenas sufren, al igual que los pobladores del Chaco, por la cruda sequía. “Hay que reivindicar el presupuesto para el (Indi), porque ellos lo necesitan”, dijo.

“Pedimos públicamente que del Indi hagan un ministerio, para tener los presupuestos y dar respuesta a tantos indígenas que claman ayuda. La solución es que el Indi se convierta en Ministerio”, planteó el obispo.

Lamentó también los problemas que sufren los habitantes del Chaco. “No podemos estar así mucho tiempo”. La destrucción ecológica debe replantearse”, señaló.

Cuestionó que desde hace tiempo se debía revisar el Anexo C y hasta ahora no se trabaja al respecto, o al menos nadie informa nada. “Ñambyasy ñande autoridades ndoguerekói haguére agallas (Lamentamos que nuestras autoridades no tengan agallas). No sabemos si tienen complejo de inferioridad o qué pasa. Queremos saber qué pasa con el Anexo C. No hay plata suficiente y es un problema serio para el pueblo paraguayo, lamentó el obispo.

Exigir que devuelvan las “tierras ajenas”

“Dichoso al pueblo que tiene al señor, su providencia. La providencia de Dios cuida al mundo, cuida todo”, expresó pero agregó que todo depende de cada uno, porque Dios respeta la libertad de cada persona. Señaló que hay que tener en cuenta que “la creación entera del ser más maravilloso y extraordinario”, es el ser humano, el hombre varón y la mujer.

“Esta madre clama, llora por el daño, atropello que le provocamos sus hijos, que en vez de alabarla en la grandeza de Dios le ofendemos, al ofender a una criatura, es el gran pecado del mundo de hoy. Cuando la humanidad se dé cuenta que no se puede comer el dinero ya será tarde. Ha’ete no entendéiva upeéva umi poderoso onohéva yvy ajeno (Al parecer no entienden eso los poderosos que roban tierras ajenas)”, expresó.

Mencionó que los abusos provocan las enfermedades que se sufren en la tierra y dijo que el pueblo debe exigir que se recuperen los terrenos que le pertenecen al Estado. “La justicia con los pobres es inseparable del compromiso de la sociedad y la paz”, expresó.

“¿Quiénes son los más perjudicados por esta maldad que hizo el pecado? Son los pobres e indefensos, porque nuestros ancestros dependen de la tierra y de sus componentes”, indicó. El obispo cuestionó que se vea a tantos indigenas con sus hijos en las esquinas de Asunción, pidiendo dinero o comida. También criticó a la gente que cada vez que llueve arroja sus residuos a las calles, acumulando basuras que luego causan catástrofes ecológicos en las ciudades.

“¿Quiénes son los que causan estos problemas?, los empresarios, agroexportadores que están solamente por la codicia”, sostuvo. Finalmente, monseñor Melanio resaltó que todos tenemos que tener conciencia de los problemas, caso contrario “no podemos exigir lo que merecemos”.

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