Acusación en caso Fondos Mutuos Banalemán revela ardid para desviar inversiones

A 21 años de la caída del Banco Alemán, la acusación por lesión de confianza y otros delitos presentada contra el exbanquero uruguayo José Peirano Basso revela las maniobras realizadas con dinero de los ahorristas de Fondos Mutuos Banalemán.

Esposado, el exbanquero uruguayo José Peirano Basso es conducido al juzgado penal de garantías N° 1, a cargo de Clara Ruiz Díaz. Fue el jueves pasado.Gentileza
audima

La acusación presentada contra José Peirano Basso por el fiscal Silvio Corbeta por lesión de confianza, conducta indebida en situaciones de crisis y promoción fraudulenta de inversiones ante el juzgado penal de Garantías N° 1, deja al descubierto una serie de maniobras realizadas con dinero de los inversionistas de Fondos Mutuos Banalemán.

El agente fiscal de la Unidad Especializada en Delitos Económicos y Anticorrupción (Udea) destaca que el perjuicio ocasionado a Fondos Mutuos Banalemán Dólares Disponible” es de US$ 13.640.091,14, según la pericia contable.

Una de las irregularidades detectadas es la existencia de inversiones en empresas vinculadas por encima al tope del 25% establecido por la Ley 811/96 Que crea la Administración de Fondos Patrimoniales de Inversión.

La legislación referida, en su artículo 19, numeral 1, dice textualmente lo siguiente: “1. El conjunto de inversiones de un fondo en valores emitidos o garantizados por entidades pertenecientes a un mismo grupo empresarial no podrá exceder ni representar más del 25% del activo del fondo”.

La auditoría externa constató que contrariamente a esta litación legal, las inversiones realizadas en el periodo comprendido entre el 31/12/01 y el 01/05/02, fueron por montos y porcentajes muy superiores que fueron incrementándose desde el 35,42 hasta 44.78%.

“Es muy importante resaltar que todos estos montos, y tomando en consideración los diferentes informes proporcionados por los Liquidadores de los Fondos Mutuos Banalemán, fueron direccionados de manera intencional con el único fin de proceder al desvío de los fondos, pues los directivos de Inversiones Guaraní destinaron el mayor porcentaje del patrimonio de este fondo, a las mismas empresas vinculadas al Grupo Velox, del cual también formarán parte societaria y directiva, entre ellos el señor José Peirano”, afirma Corbeta.

Año 2002. Miles de ahorristas del Banco Alemán formaron fila para tratar de recuperar sus ahorros. Escenas como esta también se vieron en otros países de la región donde operaba el grupo Velox.

“(...) los diferentes informes proporcionados por los Liquidadores de los Fondos Mutuos Banalemán fueron direccionados de manera intencional con el único fin de proceder al desvío de los fondos, pues los directivos de Inversiones Guaraní destinaron el mayor porcentaje del patrimonio de este fondo a las mismas empresas vinculadas al Grupo Velox, del cual también formarán parte societaria y directiva, entre ellos el señor José Peirano, agrega el fiscal.

En ese sentido, Corbeta destada que el informe de la auditoría externa a cargo de la Firma López Fraccia, Di lorio y Asociados, revela que la cartera de inversiones de los fondos mutuos Banalemán Dólares Disponible se encontraba constituida por operaciones realizadas con las empresas vinculadas como ser con el Trade and Commerce Bank (Gran Caimán), Supermercado Disco S.A. (Argentina). Banco Alemán Paraguayo S.A., Banco de Montevideo, Velox Investment Co.”.

Operaciones sin garantías

“(...) el señor José Peirano Basso, y demás miembros del Directorio, a fin de obtener ganancias indebidas y buscar apropiarse de los fondos administrados; llevaron adelante diversos contratos de arrendamientos com TCB Caimán, sin considerar las mínimas medidas de seguridad que aseguren tales operaciones”

“Inversiones Guaraní ha realizado operaciones de inversión en cantidades importantes que implican un porcentaje mucho mayor al permitido por la Ley 811/96 con las empresas vinculadas al Grupo Velox que ni siquiera contaban con calificación internacional, condición determinante al momento de realizar los análisis financieros a fin de la disposición de fondos de inversión, y que dichas operaciones no las respaldaron suficientemente con las documentaciones pertinentes, que acrediten tales inversiones (arrendamiento financiero)”.

Fuente: Acusación del Ministerio Público en la causa N° 13.857/02 “Jorge Peirano Basso y otros s/ lesión de confianza y otros”.

Montaje para camuflar situación de alto riesgo

El fiscal Silvio Corbeta señala en su requerimiento conclusivo que los directivos de Fondos Mutuos Banalemán falsearon los informes proveídos a los cuotapartistas, para poder disponer de sus recursos con total discrecionalidad.

(...) incluso los mismos habrían asentado en los cuadernos contables como informes proveídos a los cuotapartistas, otras realidades que no se reflejaban con la realidad de las operaciones financieras ejecutadas; que evidenciaban del delictuoso obrar, así como es montaje realizado a fin de camuflar la real concentración del riesgo.

Corbeta destaca que esta situación viola la Ley 811/96, que en su artículo 5 que establece de manera taxativa e imperativa que “las operaciones relativas al patrimonio de la sociedad administradora se registrarán y contabilizarán separadamente de las del fondo.

Inversiones “fantasmas”

“El deber de cuidado de los intereses de los aportantes, atendiendo la posición de garante, fue vulnerado por parte del procesado y demás directivos del grupo inversor, con el único fin de propiciar la pérdida de los fondos; ya que ni siquiera tales supuestas inversiones fueron asentadas en los libros contables, como en la información brindada a los cuotapartistas, quienes son los verdaderos propietarios de los fondos; ya que tal extremo fuera cotejado por parte de los liquidadores intervinientes, y consta en sus respectivos informes.

Descalabro financiero sacudió la región

El escándalo fue desatado en el año 2002 con la intervención del Banco Central del Paraguay al Banco Alemán, entidad financiera que en aquel entonces gozaba de excelente reputación.

Sin embargo, la intervención dejó al descubierto una cadena de fraudes, desvíos de capitales y otras maniobras ilegales con dinero de los depositantes, que afectó a no solamente al Paraguay, sino también Argentina, Uruguay, Chile, Perú y el sur de Brasil, toda la zona donde operaba el Grupo Velox.

Ahorristas uruguayos protestan ante el Banco de Montevideo, del Uruguay, uno de los afectados por la crisis del grupo Velox en el 2002.

Para cuando estalló el escándalo los hermanos uruguayos Juan, José y Jorge Peirano Basso -quienes eran los principales accionistas del Grupo Velox en nuestro país- huyeron del Paraguay.

Integraban el grupo Inversiones Guaraní, Banco Alemán Paraguayo SA y Financiera Parapití, en Paraguay; los bancos Montevideo y Caja Obrera del Uruguay; banco Velox en Argentina, y el Trade and Commerce Bank (TCB) de Islas Caimán, entre otros.

En el caso Banco Alemán, la Fiscalía detectó la prenda de los fondos del Banco Alemán en el exterior (US$ 24 millones), para la obtención de millonarios créditos a favor de la empresa vinculada Velox Investiment Company y remesas de dinero de ahorristas al TCB de Islas Caimán por US$ 52 millones.

Por estas irregularidades, los directivos paraguayos de la entidad fueron condenados en nuestro país.

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