En comunicación con ABC Cardinal este miércoles, Luis Bernal, presidente de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap), informó que continúan los trabajos para proveer “de manera ininterrumpida” agua a comunidades indígenas aisladas del Chaco afectadas por la sequía, particularmente en la zona de Teniente Irala Fernández, departamento de Presidente Hayes.
Bernal indicó que se trata de un trabajo interinstitucional entre la Essap, el Ministerio de Obras Públicas, el Ministerio de Defensa Nacional, la Secretaría de Emergencia Nacional y la petrolera estatal Petropar, que implica costosas movilizaciones de camiones cisterna para transportar el agua.
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“El presidente (Santiago Peña) nos indicó proveer agua a cualquier costo y lo estamos haciendo de manera ininterrumpida”, afirmó, admitiendo, sin embargo, que se trata de una medida “paliativa” que no soluciona el problema de fondo de la falta de infraestructura adecuada para la distribución de agua potable en la zona.
El problema, explicó, es el estado de inoperatividad en que se encuentra el acueducto que debe trasladar agua desde la planta de tratamiento de la Essap en Puerto Casado hasta Loma Plata.
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“El problema es que las cañerías de nuestras redes de distribución están con muchísimas averías; tenemos que enmendar y reparar los puntos críticos”, comentó, agregando que el acueducto, inaugurado en 2020, está fuera de funcionamiento desde septiembre de 2022.
Con problemas desde el principio
“Desde el día uno, (el acueducto) ya presentó negligencias o fallas que ha tenido de origen. Se ha procedido a reparaciones permanentemente, pero solo 22 días tuvieron un sistema funcionando normalmente, sin caños rotos”, agregó, estimando que el Ministerio de Obras gastó aproximadamente 16 mil millones de guaraníes anuales en el mantenimiento de la vía de distribución de agua.
Manifestó, no obstante, que se ha establecido un cronograma de trabajo para volver a poner en estado operativo el acueducto.
Mientras tanto, sin embargo, seguirían siendo necesarios los traslados en camiones para llevar los aproximadamente 2.500.000 litros de agua necesarios para llenar los reservorios en las zonas del Chaco sin acceso al agua potable.