Paraguay tiene su primera doctora en Matemáticas. Es Laura Oporto Lisboa, quien culminó el posgrado en la reconocida Universidad de Bath, al sur de Inglaterra, donde siguió sus estudios incluso tras no quedar seleccionada en el programa de becas Don Carlos Antonio López (Becal).
“Espero de todo corazón que esta noticia sea una inspiración para otras mujeres, a seguir carreras de ciencias, y para los jóvenes en general, para que sigan estudiando y no tengan miedo de ponerse metas altas y luchar por ellas”, declara Oporto.
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Su proyecto de tesis para el Phd es sobre un modelo matemático para predecir niveles de contaminación del aire, en una ciudad con un enfoque a las emisiones de trafico vehicular.
Incluso, Oporto trabaja actualmente en el Instituto de Innovación en Matemática (IMI por sus siglas en ingles), colaborando en un proyecto de Ingeniería Mecánica, donde estudia microestructuras de materiales que tienen que ver con su investigación.
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“Yo, desde muy chica quise estudiar matemáticas. Estaba en OMAPA (Organización Multidisciplinaria de Apoyo al Profesor y al Alumno) y me iba a los cursos de verano y durante el año”, cuenta.
También participaba de las olimpiadas de física. “Participando de estas olimpiadas me di cuenta que era todo muy diferente del colegio y que era mucho más divertido y amplio de lo que yo pensaba”, agrega.
En la universidad, decidió estudiar Ingeniería Química, porque es una carrera que abarca tanto ingeniería como ciencias, tiene innumerables aplicaciones y porque tenia mayor campo laboral en el país, comenta.
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Luego conoció al profesor doctor Christian Schaerer, quien le ayudó con su tesis de grado en la Universidad Nacional de Asunción (UNA).
“En este proceso me di cuenta que lo que a mí me interesaba realmente era poder abarcar problemas reales, desde un punto de vista matemático y que en el mundo hay cada vez más campo laboral, tanto en investigación como industrial”, agrega la científica.
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Por increíble que parezca, Laura Oporto intentó calificar para el programa de Becas Don Carlos Antonio López (Becal), pero no quedó seleccionada, aunque que sí le aceptaron para el PhD en la universidad de Bath. Por este motivo debió buscar y aplicar para otra beca, que consiguió finalmente.
“No recuerdo (por qué no fue seleccionada), pero creo que como el criterio era la posición de la universidad no llegaba, Bath ahora está entre las 150 mejores y entre las 10 del Reino Unido”, asegura la científica.
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Sin embargo, Oporto apoya este tipo de programas para estudiar afuera y reinsertarse en el país. “Pero creo también que un problema es la falta de inserción, que a pesar de que hay un programa, lo que le pasa a muchos colegas es que vuelven y no tienen garantizado que van a tener un trabajo”, critica.
Paraguay podría beneficiarse de gente que está bien insertada en otros países, y hacer la transferencia de conocimiento desde afuera a Paraguay, opina Oporto.
“Y otra cosa es que acá existe, por ejemplo, los “grants”, que es una gran cantidad de dinero a la que un académico puede acceder; eso en Paraguay, hasta donde yo sé, no hay o es muy difícil de conseguir, pero acá hay muchas oportunidades de obtenerlas”.