A pocos minutos de las 10:00 de un 17 de septiembre de 1980 explotaba el vehículo en el que viajaba el dictador nicaragüense Anastasio Somoza, luego de recibir un disparo de bazuca, a sólo un día de cumplirse 14 meses de haber dejado el poder e instalarse en Paraguay, bajo el amparo del también dictador Alfredo Stroessner, luego de pasar un tiempo en Miami, Estados Unidos.
Un comando de 6 jóvenes acabó con la vida del dictador nicaragüense sobre la avenida España de Asunción, a plena luz del día y bajo la mirada todas las personas que pasaban por la zona y los residentes del barrio.
Anastasio Somoza salió primeramente exiliado a Miami, cuando gobernaba en Estados Unidos la gobernación Carter, a la que no gustaba mucho este tipo de gobiernos, los de la dictadura.
Posteriormente, el ya ex mandatario nicaragüense se asila en Paraguay, bajo el manto protector de Stroessner, un dictador del mismo estilo.
Lea más: Asesinato de Somoza fue un castigo para los paraguayos
Burlaron la seguridad del país
Muchos de los involucrados en el atentado contra Somoza, escaparon. Se trataba de una célula terrorista argentina del Ejército Revolucionario del Pueblo, financiada por la inteligencia sandinista.
Este hecho dejó entrever cómo se logró burlar la seguridad del país y del gobierno del dictador paraguayo.
En el atentado, con bazucas, también murieron el chofer de Somoza y otras personas de seguridad que lo acompañaban.