El argentino Domingo Fausto Sarmiento (1811 - 1888) fue un docente, político, periodista, escritor y militar considerado como un prócer para su país y cada aniversario de su fallecimiento -el 11 de septiembre- se recuerda el día del maestro en Argentina ante la “importantísima labor que tuvo en difundir y hacer obras que fomentaran la educación pública y gratuita”, según refiere la historiadora argentina María Victoria Baratta, doctora en historia por la universidad de Buenos Aires, docente y especialista en la Guerra de la Triple Alianza.
Trasladándonos a la Guerra de la Triple Alianza, Baratta explica que cuando este conflicto inicia, Sarmiento se encontraba en los Estados Unidos, por lo que él no formó parte de los planes o negociaciones fallidas, como tampoco del tratado de la Triple Alianza. De igual manera, cita que el argentino probablemente aún tenía ideas “peyorativas” que relacionaban al Paraguay con la “barbarie, aislamiento o atraso”.
Continuando con sus explicaciones, la doctora recuenta que en 1868 había elecciones presidenciales -en las que resultó electo Sarmiento- en Argentina, mientras la guerra estaba “estancada” y el “protagonista” de este conflicto, Bartolomé Mitre, tenía que retirarse de la presidencia ante sus derrotas y dificultades para liderar también al ejército brasileño.
En referencia a Domingo Faustino Sarmiento, él no era el candidato “mitrista” para la presidencia, sino de una facción autonomista del liberalismo, siendo su candidatura impulsada por el periódico La Tribuna, que primeramente era muy “fervoroso” cuando comenzó la guerra contra el Paraguay apoyándola, aunque luego de la derrota de Curupayty y la extensión de todo el conflicto, empezó a ser más crítico de las formas de guerra.
Lea más: La Guerra contra la Triple Alianza
Sarmiento y la Guerra de la Triple Alianza
De igual manera, la historiadora argentina enfatiza que ya como presidente de Argentina, Sarmiento no decidió terminar con la guerra pero sí llegó a respetar los términos del Tratado de la Triple Alianza en referencia a la captura del Mcal. Francisco Solano López.
Asimismo, recuenta que el ahora prócer había establecido retirar gran parte de las tropas e incluso había sufrido la muerte de su hijo adoptivo Domingo Fidel -Dominguito-, en la batalla de Curupayty desatada el 22 de septiembre de 1866 en la mencionada guerra entre Paraguay contra Argentina, Brasil y Uruguay.
“La presencia del ejército argentino existe. Es responsable pero es bastante menor a la del lado brasileño y eso lo decidió Sarmiento; no era un plan de extermino de Paraguay”, agrega.
Además, Baratta sostiene que Sarmiento era un “personaje muy extremo y polémico” y también tenía una “visión peyorativa” hacia del pueblo paraguayo ante la figura de Francisco Solano López como un “tirano demonizado” que hacía que continúe la guerra.
Lea más: 22 de setiembre Batalla de Curupayty
Vida de Sarmiento en Paraguay
Durante sus últimos años de vida, Domingo Faustino Sarmiento no se encontraba bien de salud al presentar problemas respiratorios y cardiacos, hasta que decidió ir a Paraguay, donde lo esperaban miles de personas, cita Baratta.
En nuestro país, el argentino aconsejó en varios asuntos referentes a la educación, colaborando también con las autoridades para la creación de museos, bibliotecas y planes educativos.
“Ya enfermo y bastante anciano siguió trabajando. Cuando murió fueron tres días de duelo en Paraguay y luego fue llevado a Buenos Aires”, finaliza.
Lea más: Don Faustino y el Paraguay
Domingo Faustino Sarmiento y una frase polémica contra los paraguayos
Sobre la figura de Domingo Faustino Sarmiento, el historiador paraguayo Luis Verón, indicó que al argentino se le atribuye una polémica frase sobre que a los paraguayos “habría que haberlos matado en el vientre de sus madres para extinguirlos”.
Al respecto, Verón sostuvo que él “pudo haber dicho lo que dijo” ya que era una persona que decía las cosas “sin filtro” pero a su vez, enfatizó que no hay ninguna prueba documental que confirme que el argentino haya dicho tal frase.
Asimismo, también citó que si lo habría dicho, esto pudo haber sido impulsado por la muerte de su hijo en Curupayty, pero nuevamente resaltó que no hay ninguna prueba que lo demuestre.
“Él sustituyó a Mitre y amaba el progreso de la humanidad; se encargó de fundar muchas escuelas y también en formar a muchas paraguayas que iban a estudiar a Argentina. Su mejor alumna fue Rosa Peña de González”, comenzó relatando.
Lea más: No dijo lo que dicen que dijo
Domingo Faustino Sarmiento: ¿Qué hizo en Paraguay?
Según va contando Verón, Domingo Faustino Sarmiento colaboró en la formación de “grandes maestras” paraguayas que luego retornaron a nuestro país; entre ellas a las hermanas Celsa y Adela Speratti.
Luego en sus últimos años de vida y ya en Paraguay, Sarmiento colaboró en parte también en el desarrollo de nuestro país trayendo ideas de Estados Unidos y también aportando “como podía y dónde podía” en la formación de jóvenes que también facilitó la creación de la generación del 1900, “la mejor época de los jóvenes estudiantes de ese entonces”.
Incluso sus aportes a la educación habían formado parte para la fundación de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) y por otra parte colaboró también en el ámbito de la industria, continúa.
“Fue muy importante la labor desempeñada por él en el Paraguay y muchas veces no se le quiere reconocer”, sostuvo el historiador en referencia al argentino Domingo Faustino Sarmiento, quien hace 135 años falleció el 11 de septiembre en nuestra capital, Asunción.
Lea más: El cuerpo fantasma