“Dado que los nabos están altamente emparentados con la canola, es sumamente importante mantener los lotes de canola libre de nabos. En Paraguay están presentes cuatro especies de nabos, estas producen un grano similar a la canola, y son muy difíciles de separarlos. La canola se diferencia de los nabos en el contenido de ácido erucico y glucosinolatos; el ácido erucico afecta la salud humana y los glucosinolatos afectan la palatabilidad y digestibilidad de la harina para raciones animales, por tanto es importante que en la cosecha el productor cuide no mezclar semillas de canola y nabo”, explicó.
No guardar semillas
El ingeniero Ernesto notó en los campos gran presencia de semillas de segunda generación y pidió no guardarlas. “Cuando se siembra una semilla hija de híbrido de canola no es buena decisión, y lo estamos viendo, son muchos lotes sembrados con semilla hija de híbrido y coincidentemente son los que están más infestados de plantas de nabos”.