El tribunal de sentencia conformado por los jueces Porfirio Martínez, como presidente, y Víctor Ortigoza y Julio Alfonso como miembros, respectivamente, por unanimidad condenó a 2 años de pena privativa de libertad al ciudadano español Alejandro Castro García (25) tras ser declarado culpable del hecho de coacción al haber amenazado de muerte al periodista de un canal de televisión de Villarrica, Pablo Gastón Ortiz, y evitar que este siguiera realizando publicaciones sobre el mismo en el medio en el cual trabaja. Sin embargo, el colegiado, con la resolución también decretó la suspensión de la ejecución a prueba de la condena por lo que el mismo no irá a la cárcel.
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Posterior a que se dé a conocer la resolución, el condenado conversó con los medios y primeramente admitió que amenazó de muerte al comunicador y pidió disculpas de manera pública.
“Pido disculpas al señor Gastón por lo que pasó, de corazón. Reconozco el hecho y pido disculpas públicamente, me arrepiento. Estoy contento por lo que resolvió el tribunal”, expresó el ciudadano español Alejandro Castro García, antes de ser retirado esposado de la sala de juicios orales.
La agente fiscal de Derechos Humanos que llevó adelante el juicio oral y público, Abog. Sonia del Carmen Sanguinés, indicó que quedó conforme con la sentencia del tribunal pese a que el Ministerio Público solicitó la pena de un año y medio de cárcel para el acusado. “Considero que es una condena justa que se adecua a lo que se pudo probar en el juicio. La intención es que sea ejemplar para que la gente no se extralimite o utilicen medios de constreñimiento o amenazas contra algún trabajador de prensa a fin de que quieran evitar su trabajo como comunicador”, expresó la fiscala.
Si bien el ciudadano español no irá a la cárcel, el tribunal de sentencia aplicó varias medidas para tratar de resarcir el daño ocasionado, como ser el pago de G. 5 millones al cuerpo de bomberos voluntarios y otros G. 5 millones al hogar de niños en concepto de prestación al bien común, además lo obliga a la refacción de tres plazas públicas en la ciudad de Villarrica. También tendrá varias prohibiciones como salir del país, portar armas de fuego o acercarse a la víctima, además de acercarse a firmar ante el juzgado cada mes.
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Contento con la condena porque sirve de ejemplo
El periodista Pablo Ortiz indicó su conformidad y contento con la resolución del tribunal, la cual servirá como ejemplificador para varios casos que se dan diariamente con comunicadores que reciben diferentes tipos de amenazas, pero que muchos no se animan a denunciar por la falta de garantías en la justicia.
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“Pocos casos se denuncian y ninguno llegó a instancias de juicio oral, sin contar con los casos de asesinatos de periodistas que es la forma de violencia más grave a la libertad de prensa, sin contar con eso, este es el primer caso de un amedrentamiento a un trabajador de prensa que llega a una condena. Se demostró que amedrentar, atacar, amenazar a un periodista para que deje de hacer su trabajo es un delito, y el Estado a través de los órganos correspondientes lo castiga, y ese es el mensaje que tiene que recibir la sociedad”, puntualizó el comunicador.