Sembrar abonos verdes de invierno

La agricultura es dinámica y actualmente en la región Oriental nos encontramos en una etapa en la que muchos productores ya cosecharon su zafriña de maíz o soja y otros ya sembraron trigo, canola, chía o abonos verdes. El ingeniero agrónomo Ken Moriya explica que aún hay tiempo para sembrar abonos verdes o cultivos de servicios, y explica por qué.

Avena más nabo para cobertura de suelo en invierno.Gentileza
audima

“Para aquellos productores que no van a sembrar algún cultivo de renta en este invierno (trigo, canola, chía u otro), les decimos que aún tienen tiempo para sembrar abonos verdes, por lo menos hasta fin de mayo, pero se destaca que el comportamiento del abono verde que se siembre en esta segunda quincena de mayo, su crecimiento no será el óptimo. Pero entre dejar un área sin cobertura (suelo desnudo) y otro con cobertura, la diferencia será significativa; y en este caso se puede usar todavía las semillas disponibles en el mercado”, empezó explicando el ingeniero Ken, especialista en suelos.

Abonos verdes que recomienda

Le preguntamos si qué abonos recomendaría al productor sembrar en este momento: “Creo que actualmente aún existe una mayor disponibilidad de la avena negra y también del nabo forrajero, y en todo caso se puede hacer una mezcla, pues la avena dará mayor cobertura y nabo una penetración radicular y rompimiento de capa de suelo para la infiltración de agua de lluvia. La cantidad de semillas en mezcla debería ser de 70 o más kilogramos por hectárea de la avena negra y el nabo, de 4 a 6 kg/ha-. Esto para compensar el menor macollamiento de la avena por la siembra más tardía.

Combinaciones o coctel de abonos verdes

“Si el productor dispone de la avena y nabo, y tiene la posibilidad de conseguir otras semillas, sería bueno mezclarlos con otras especies como lupino, trigo morisco y hasta girasol, de manera de aumentar la población de las especies y tener gramíneas, leguminosas, crucíferas, etc. Eso va a permitir una mayor población microbiana en el suelo y generará un mayor equilibrio de los microorganismos que se traduce en una mayor sanidad del suelo, plantas más sanas, aparte del reciclado de nutrientes y control de malezas. Un punto importante es que estos abonos verdes puedan aportar carbono, comida para la población microbiana. Por otro lado, favorece a la diversidad de las especies de tal forma que ninguna prevalezca, que significa menor posibilidad de enfermedades en los cultivos”, confirmo Moriya.

Por qué 12 toneladas de materia orgánica

Sobre la cantidad de materia orgánica que debe tener cada suelo, el ingeniero dijo: “El tema de que el productor debe conseguir 12 toneladas de materia seca (rastrojo) al año en su campo es lo ideal, debido a que nuestra tasa de oxidación del carbono es alta en función a la temperatura, humedad y población microbiana, y con ello más o menos para alcanzar el punto de equilibrio, y aquellos que vienen desarrollando o sembrando tradicionalmente los abonos verdes, con lluvia normal o con menos lluvias, siempre van a lograr una mayor productividad, el abono verde lo que le da es la estabilidad en los rendimientos”.

Control natural de malezas

“Otro aspecto que debemos destacar sobre el uso de abonos verdes tiene que ver con tema ambiental, debido a que con su uso se reduce la aplicación de productos fitosanitarios en el control de las malezas dado que la sombra es un sistema que podríamos denominar como herbicida natural. Además del efecto alelopático, promueve y mantiene la vida en el suelo, a mediano y largo plazo, y esto es sinónimo de aumento de productividad”, finalizó nuestro entrevistado.

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