Paraguay es altamente vulnerable a los efectos adversos del cambio climático debido a que su sistema económico se basa en la producción y exportación de “commodities”, según expuso el ministro de Agricultura de nuestro país, Ing. Agr. Santiago Bertoni, ante autoridades agropecuarias de los países participantes del foro climático, en Washington D.C..
“Nadie más que el productor agrícola está interesado en producir de manera sostenible, adaptando sus sistemas de producción y conservando los recursos naturales, ya que el campo y su biodiversidad son su principal activo. Somos parte de la solución, sin embargo, constantemente se nos presenta como parte del problema”, señaló Bertoni.
Informó que los sistemas agrícolas de Paraguay son ambientalmente sostenibles, porque del área total de producción de granos de 3.700.000 hectáreas, el 93% se cultiva con el sistema de siembra directa; y de los 40.675.200 hectáreas de la superficie total de Paraguay, se tiene una cobertura forestal de 15.951.543, lo que corresponde al 39.9% del territorio nacional.
Comentó que en el Mercosur, los alimentos se producen en un ecosistema donde la agricultura, la ganadería y los bosques coexisten, rotando la producción, protegiendo los recursos hídricos y los nutrientes del suelo, en armonía con el medio ambiente, que contribuye a la reducción de los gases de efecto invernadero (GEI) y el calentamiento global.
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Mencionó que el “Acuerdo de París”, en el artículo 2b, propone: “Aumentar la capacidad de adaptación a los impactos adversos del cambio climático y fomentar la resiliencia climática y el desarrollo de bajas emisiones de gases de efecto invernadero, de manera que no se amenace la producción de alimentos”.
En ese contexto, argumentó que el objetivo principal de Paraguay es la adaptación y con una superficie de 406.752 km2 y 7 millones de habitantes, produce alimentos para 11 veces su población.
“Paraguay tiene una contribución histórica insignificante a las emisiones globales de gases de efecto invernadero, solo el 0.09%. Estamos en proceso de demostrar que Paraguay es un sumidero de carbono (neutral en carbono)”, destacó.
Durante su ponencia, Bertoni refirió que las multicrisis han cambiado el contexto en el que se estaba desarrollando el comercio agrícola y el sistema alimentario global, lo que a su vez plantea nuevos desafíos y oportunidades para los países exportadores netos de alimentos, como son los miembros del MERCOSUR.
“Un elemento central de los cambios es el conflicto entre Rusia y Ucrania, que ha acelerado y profundizado algunas tendencias que se venían desarrollando en la geopolítica global”, mencionó. Agregó que dicha situación ha provocado un aumento en los precios de insumos clave para la producción agrícola, como los fertilizantes y la energía, causando una interrupción en la oferta global de alimentos.
“Esta nueva situación, que es particularmente negativa para los países que son importadores netos de alimentos”, expresó.
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Propuestas
El ministro Bertoni manifestó ante el foro que el desafío es reducir las barreras arancelarias y no arancelarias en el comercio y supervisar la imposición de regulaciones agrícolas no basadas en evidencia científica.
También destacó que cada sistema de producción de alimentos tiene sus propios desafíos, no hay un modelo único y las soluciones deben ser específicas del contexto y tener en cuenta las circunstancias regionales, locales y nacionales.
“Se debe mantener una coordinación, sinergias e interacción fortalecidas y un diálogo abierto y continuo para comprender las importantes contribuciones que diferentes regiones pueden proporcionar para garantizar que el comercio agrícola internacional desempeñe su papel fundamental en la seguridad alimentaria global”, finalizó el representante paraguayo ante el foro de ministros.