Raúl González Allen nació en el centro de Asunción hace 71 años y es uno de los vecinos que a diario sufren los efectos de lo que él llama “la falta de educación”. Todos los días se preocupa de que su vereda esté limpia, de colocar los residuos en bolsas, plantar arbolitos, pero pasa un ladrón o un adicto y si -no vuelve a ensuciar el espacio público- se lleva algo que no le pertenece.
Esta vez se llevaron un arbolito que estaba creciendo, que da color, frutas y oxigena el ambiente en la calle Iturbe, donde ubicaron la bicisenda.
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“Esta historia de robos empezó en el 2008, y lo recuerdo muy bien porque en ese entonces viajé a Concepción como parte de mi trabajo, dedicado a la realización de audiovisuales”, rememoró.
Un hecho que marcó a su familia ocurrió hace unos años, cuando su yerno regresaba de su trabajo y fue víctima de disparos de motochorros que le robaron su mochila en la vereda, según atestiguó.
No se salvan ni las plantas, focos o tapas de medidores
Los ladrones se llevan lo que quieren o entran a las casas abandonadas, llenas de basura y vertederos de agua, tal como está “la propiedad en Iturbe 1.172, llena de basuras y vertederos de agua”.
Es habitual que en esta calle los ladrones se lleven objetos que con sacrificio colocan los vecinos: focos, lámparas, artefactos, garrafas o tapas de medidores.
“Es un problema de educación. Las familias humildes con muchos niños que no tienen padres, no tienen el cariño familiar, es terrible. Estos son los que salen a robar y no respetan ni las plantas, ni los árboles que necesita el paisaje urbano”, expresó indignado.
“Es muy común ver cómo los adictos rompen las bolsas de basura, ensuciando de nuevo las veredas que uno se preocupó de limpiar. Y si uno sale a reclamar te agreden”, manifestó.
“Es culpa del sistema; tenemos que volver a respetar la propiedad privada. Andamos mal, y es preocupante”, dijo con impotencia.
Una cámara captó el momento en que robaron un arbolito en Iturbe 1.156. Los vecinos quieren hermosear sus veredas pero siempre hay un “vivo” que se aprovecha. “Los vecinos estamos hartos”, finalizó.