La defensora de la Niñez de la ciudad de Pedro Juan Caballero, Leticia Sosa, detalló en contacto con ABC Cardinal cuáles fueron los pasos que siguió desde que tomó intervención del estado de indefensión en el que vivían la menor de tres años fallecida y su hermanito, de seis años.
Según Sosa, quien ahora está siendo sumariada por su actuar en el caso de la menor fallecida, debido a que nunca comunicó al Juzgado de la Niñez sobre la intervención que hizo, argumentó que si no informó fue porque “confío”, en la hermana mayor de los pequeños y en la cuñada, quienes le habían rogado que no entregue a los niños a extraños.
Ambas, supuestamente, se comprometieron a proteger a los mismos, y a hacer una reunión familiar para definir quien de ellos sería el responsable por los chicos.
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Los rescató de orillas del arroyo
La primera intervención de la defensora fue el 14 de abril. Según cuenta, ese día fue hasta orillas del arroyo Vakapi, pues le habían reportado que los niños estaban allí, expuestos a peligros, con su madre, adicta a las drogas.
Este sitio es utilizado por los adictos para reunirse a consumir estupefacientes.
De ese lugar los rescató la defensora, y los entregó a la hermana mayor y a la cuñada.
Si bien ambas se comprometieron a volver el una semana con la respuesta sobre qué integrante de la familia cuidaría de los niños, nunca regresaron. Y para el 21 de abril, cuando la defensora buscó a los niños, se enteró de que la menor ya estaba desaparecida.
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“Las familias no quieren cuidar por un tiempito”
“En esos siete días yo les llamé les busqué. Envié mensajes por whatsapp pidiendo hogar para estos niños, a la directora de cuida, sin respuestas. Llamé a familias, tenemos una lista de familias que se ofrecen. Las familias no quieren cuidar solo por un tiempito, quieren adoptar a niños”, explicó Leticia Sosa.
La defensora argumenta que si no informó del caso al juez, fue porque los familiares se hicieron responsables, y quería evitar “tener que mover toda la estructura judicial”, para que los niños sean entregados primero a unos responsables y luego a otras personas.
Luego del rescate que hizo el 14 de abril, cuenta que la Defensoría les hizo a los niños inspecciones médicas y sicológicas.
Prefirió confiar en los familiares
Otro punto en contra de la funcionaria es que en la ciudad de Pedro Juan Caballero los familiares de los niños son conocidos por ser adictos. Aún así, Sosa dice que la ley no permite sacar a los niños del seno familiar por pobreza, y que en Paraguay no hay hogares donde destinar temporalmente a niños desprotegidos, por lo que prefirió creer que sus familiares la cuidarían.
La hermana mayor de los niños es una mujer de 23 años que vive en el mismo asentamiento en el que también tienen su casa la mamá de los menores y una cuñada. El asentamiento se denomina Romero Cue.
Como todos están muy cerca, y los niños lloraban por su mamá, a la hermana mayor no le quedó de otra que volver a entregar a los niños a la madre, sin avisar a la defensora, según cuenta la misma Leticia Sosa.
Sosa contó también que hicieron un estudio socioambiental y que la trabajadora social del Ministerio de la Defensa Pública determinó que el escenario era favorable para que los niños vivan con su hermana mayor.
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Firmaron un compromiso para cuidarlos
“No se le puede sacar a un menor por motivos de pobreza, pero el cuidado, la atención sí son factores fundamentales. Les hice firmar un acta comprometiéndose a cuidar a sus hermanitos y no entregarlos bajo ningún motivo a la madre”, continuó relatando la defensora.
También aclaró que les pidió expresamente que si la madre venía a retirar a los niños le comuniquen el hecho de inmediato. Pero no lo hicieron.
La funcionaria enfatizó que por la mencionada falta de hogares transitorios, es que los defensores se ven obligados a confiar a las familias, aunque estas no tengan la capacidad.
“Fijamos la fecha para que designen al familiar apto para cuidar a los niños y en ese momento yo iba a proceder a la judicialización del caso”, cuenta la defensora.
Lo sacás, pero, ¿a dónde los llevás?
La funcionaria manifestó indignación diciendo: “en caso de que un niño esté en riesgo lo sacás, pero, ¿a donde lo llevas? A veces tenemos que llevarlos a nuestras casas, no tenemos ese respaldo”.
Luego de que los familiares no volvieron el día que prometieron, salieron a buscar a los niños y supieron que la niña ya había desaparecido.
“Le reclamé a la hermana por qué no me avisó y no supo qué decirme. Tenemos casos judicializados que a veces infelizmente tienen un triste desenlace”.
Involucrada por no informar
La funcionaria terminó involucrada y sumariada en el caso porque no judicializó el caso, y por ende, no había un juez de la niñez informado, que tal vez con esa información se podía haber salvado a la niña.
“Voy a defenderme con las herramientas que tengo. Si yo tuviese un hogar jamás iba a dejar a esos niños. Hago todo lo que esta mi alcance para cuidarlos, pero cuando no hay respuesta del Estado que debería proveernos hogares, este es el desenlace infeliz”, manifestó finalmente la funcionaria.