El director de la escuela Sagrada Familia de Nazareth, el licenciado Enzo Leguizamón, dijo que desde el año 2019 viene solicitando que la institución sea incluida en la lista de microplanificación. El año pasado tuvieron que clausurar un aula que corre riesgo de desplomarse, explicó.
El techo de las diferentes aulas presentan innumerables goteras, la humedad va tomando gran parte de las paredes y del piso, acelerando el deterioro de la infraestructura, explicó. En días lluviosos se suspenden las clases porque el director y los docentes temen que algún temporal finalmente cause el derrumbe del local y derive en una tragedia.
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“La situación en la que estamos es lamentable, seguimos con una de las aulas clausuradas, techos con goteras, la humedad va tomando gran parte de las paredes”, expresó el director, Leguizamón.
Agregó que la comunidad educativa mantiene una leve esperanza de que se realice la refacción del local, atendiendo a que encargados de obras de la Municipalidad verificaron las instalaciones. “De acuerdo a lo señalado por los responsables, supuestamente los trabajos comenzarán en el segundo semestre de este año”, indicó Leguizamón.
“El proyecto cuenta con una modificación que sería la construcción de nuevas aulas, ya que el pabellón que tenemos no está en las condiciones adecuadas. Todavía no contamos con una fecha precisa de inicio de obras, ya que lastimosamente tenemos un estado muy burocrático y tenemos que hacer varias documentaciones y gestiones”, añadió el director de la escuela.
Mientras se realizan las documentaciones y se esperan las aprobaciones y autorizaciones de los entes correspondientes para que se inicie el trabajo de construcción de las nuevas aulas, los estudiantes y docentes tienen que ingeniarse para poder dar las clases, ya que existe el temor de un derrumbe en días de lluvias, insistió el docente.
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“En días de lluvias, como el que tenemos hoy, los padres vienen a retirar a sus hijos si es que ya se encuentran en la institución, porque tenemos el temor de que la infraestructura pueda ceder y se caiga. Por eso, cada vez que llueve y si los chicos están acá, rogamos a Dios que no pase nada que lamentar”, finalizó el licenciado Enzo Leguizamón.