“Mantuvimos dos reuniones con los dirigentes de la Coordinadora Nacional Intersectorial (CNI) para definir algunos puntos, pero recién la próxima semana vamos a cerrar totalmente”, es lo que respondió escuetamente ante nuestra consulta el presidente del Banco Nacional de Fomento (BNF), Manuel Ochipinti, sobre las pretendidas compra de deudas de dicha organización popular, de unos 2.000 créditos judicializados y embargados, que datarían de antes del 2015.
A pesar de que en varias oportunidades hemos solicitado al BNF los datos de los créditos judicializados referidos no hemos tenido éxito, pero acudiendo a nuestro archivo presumimos que las 2.000 deudas embargadas de los “productores” habrían sido de consumo y no productivos, porque ya en su tiempo no pudieron ser beneficiados con todos los planes de ayuda que se implementaron desde el 2016.
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En setiembre de 2016, el Crédito Agrícola de Habilitación (CAH) logró reestructurar deudas en mora a un total de 8.568 pequeños productores, por un total de G. 32.093 millones, a plazos de hasta 10 años (con dos años de gracia). Por entonces, el CAH además otorgó nuevos créditos a productores rehabilitados financieramente.
A su vez, el 25 de agosto de 2016, el BNF firmó un acuerdo con los entes privados sobre el compromiso de compra de carteras de créditos productivos de los campesinos. Las reestructuraciones y ayudas fueron realizadas en el marco de la Ley N° 5.527/15 “De rehabilitación financiera para pequeños productores, de educación financiera y de protección contra las prácticas crediticias abusivas o engañosas”.
El entonces ministro de Agricultura, Juan Carlos Baruja, informó en setiembre de 2016, que de la lista de 24.500 créditos morosos que había presentado la CNI en las negociaciones, 50%, es decir unos 12.000 casos, eran deudas en casas comerciales, porque no se registraron en bancos ni financieras y los 2.000 actuales serían remanentes, pero el BNF no confirma ni descarta esta sospecha.