Son numerosas las comunidades ribereñas que se encuentran en ambas márgenes del río Paraguay a las que no pueden tener acceso vía terrestre, luego de las lluvias que se tuvieron en esas zonas. La falta de rutas pavimentadas es uno de los eternos problemas que tienen esos habitantes, lo que hace que queden semiaislados cuando caen lluvias importantes.
La falta de infraestructura vial hace que camiones que transportan alimentos no puedan llegar a las despensas ubicadas en las comunidades y estas queden casi desprovistas. Los habitantes de esos poblados deben esperar a que lleguen los barcos para volver a tener alimentos.
Semanalmente, las embarcaciones zarpan del antiguo puerto de Concepción, en ellas van pasajeros y por sobre todo personas que venden alimentos como frutas, verduras, bebidas, medicamentos, etc. Asimismo, los proveedores de mercaderías embarcan los pedidos de los propietarios de las despensas para que estos las vuelvan a vender.
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De esta manera no solo pueden acceder a alimentos de todo tipo y medicamentos los habitantes de poblaciones ribereñas, sino también personas que viven y trabajan en establecimientos ganaderos ubicados en los distintos departamentos situados en el extremo norte del país.