El abandonado edificio está ubicado a unos cinco kilómetros del casco urbano, en el acceso Carapeguá-Acahay. Dicho local cerró sus puertas hace cinco años y los funcionarios, algunos, se jubilaron y otros fueron trasladados a la oficina central de este municipio.
El local que pertenece a Copaco se encuentra a metros de la escuela Atanacio J. Gónzález, y los lugareños ven dicha situación con preocupación, porque el sitio está saturado de todo tipo de malezas y representa un peligro constante para los niños y jóvenes que pasan frente al edificio, señaló uno de los vecinos.
Este lugareño, quien pidió se reserve su nombre, manifestó que le preocupa además que en el sitio se acumulen basuras que despiden desagradables olores. Además sirve de criaderos de mosquitos, roedores y todo tipo de alimañas, que nadie se ocupa en limpiar.
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Esto representa un riesgo para los vecinos porque el edificio que pertenece a Copaco se encuentra con los vidrios rotos, la estructura se va deteriorando y las autoridades de dicho ente no se preocupan en dar un darle otra utilidad o mantenerlo limpio.
Faltaba incorporar sistema de internet
Al respecto hablamos con el administrador de Copaco, Robert Parris, quien manifestó que hace cinco años él fue el último funcionario que se trasladó de la oficina de Calixtro al casco urbano de este municipio. Y que habían cerrado porque solamente funcionaba ahí como cabina para llamadas, pero con el ingreso de la telefonía móvil de diferentes empresas dicho sistema quedó obsoleto para la comunidad.
Agregó que en principio se había planteado instalar en el lugar antena para internet, transcurrieron los años y dicho proyecto nunca se concretó. Se cerró las puertas de dicho edificio y las veces que pueden con sus recursos y colaboración de los compañeros o del jefe regional Orlando Mendoza, mandan limpiar.
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Dijo que tralasladará la inquietud de los lugareños a sus superiores para ver qué alternativa de solución dan, atendiendo a la queja de la falta de limpieza de dicho edificio.